No se puede zamorear por la muy noble y leal ciudad que habitamos, sin encontrarte con ellas que no son precisamente las más bellas. Siempre vestidas de negro, van por las aceras como con prisa, se reúnen en extrañas asambleas y se multiplican, no sé si por generación espontánea, pero el caso es que cada día son más y más. Bueno, cada día, no, cada noche. Son las 'góticas' de su género que es femenino y plural.Como habrá imaginado el lector, me refiero a las cucarachas que, de forma silenciosa, invaden una parte importante de la ciudad al caer la tarde, cuando la luz del sol se apaga. Zamora está sufriendo una importante plaga de cucarachas de la que nadie dice nada y lo peor, sobre la que nadie, fundamentalmente el Ayuntamiento, hace nada por evitar que se adueñen de las calles.

Es fácil encontrarse con ellas en las inmediaciones de urgencias del Hospital Virgen Concha, a lo largo del perímetro del campus universitario y también se ven unas cuantas en la acera del Inss. Escandalosa la cifra de las que se amontonan a lo largo de la valla del Hospital, hacia la zona, repito, de Urgencias. Es que no son ni una ni diez, son muchísimas más y a eso se le puede llamar plaga.

No sólo hay que desratizar Zamora cuando toca, cosa que siempre se ha hecho para mantener a raya a tan asquerosos roedores. También hay que 'descucarachizar' la ciudad si no queremos que nos coman vivos, es un decir. Lo cierto es que se muestran huidizas en cuanto aparece un humano, pero ahí están enseñoreándose de la ciudad, como si la hubieran tomado, como si la hubieran hecho suya en medio de la pasividad de quien corresponde.

Me lo había comunicado un vecino de la zona. Me habló del asunto con tal vehemencia que me dije que estaría exagerando, hasta que lo comprobé con mis propios ojos y los de dos 'testigos' que me acompañaban. Aprovechando la fiesta y que la noche es calurosa, me dirigí a la zona y comprobé in situ que lo que me decía el buen señor no sólo era cierto, si no que se quedaba corto.

Además de esas grandes cuestiones que acometen las instituciones, lo que en realidad nos preocupa a los ciudadanos son cuestiones más domésticas, cuestiones de esta índole que pueden afectar a nuestra salud y que además ofrecen un aspecto 'desaliñado' de una ciudad de la que a los zamoranos nos gusta presumir. Zamora nos da muchos argumentos para presumir de ciudad, pero también tiene estos contrastes que hacen un flaco favor a la imagen de una ciudad como la nuestra o como cualquier otra.

No, por supuesto que no estoy señalando en ninguna dirección, lo que sí denuncio es que alguien, a quien corresponda tendrá que tomar cartas en el asunto y acabar con las 'góticas'. Se reúnen en asamblea bien entrada la noche, por si alguien desea echar un vistazo al asunto. De día se esconden como ratas, pero de noche salen como cucarachas a tomar el fresco. Vas caminando por las aceras citadas y de repente empiezas a ver manchas negras, unas más grandes que otras, cuando estás encima te das cuenta de que no es un efecto óptico ni suciedad en el pavimentos, son ellas haciéndose fuertes a montones o desgajándose de la unidad de combate. Si el Ayuntamiento no lo sabía, ya lo sabe. Incluyo a la oposición que a veces, cuantas veces, no da pie con bolo en lo que de verdad nos preocupa a los ciudadanos.