Me encantan los sofistas. Los sofistas son unos filósofos que vienen a decir que lo importante en el ser humano son los sentimientos, ya que todo lo que tiene que ver con los razonamientos tiene truco, porque lo mismo puedes argumentar una cosa que la contraria, según te interese. De hecho ellos cobraban por hacer discursos, y según el encargo, para la misma cosa te argumentaban a favor o en contra en función de los gustos del cliente.

Pero entonces, ¿cómo se sabe quién tiene razón en un asunto determinado? Pues viendo que nos dice la realidad y no la palabra. Hay gentes que dicen que la Ley D´Hondt no influye en el reparto de concejales cuando el ayuntamiento tiene (por ejemplo) 25 ya que este es un número elevado.

Dicen eso, en el caso de algunos compas de IU, para justificar el que IU vaya sola a las elecciones municipales. Veamos si tienen razón en lo que respecta a lo ocurrido en Zamora capital en el 2015.

Los resultados de aquella cita electoral fueron: PP con 10.426 votos y 10 concejales. IU con 9.265 y 8 concejales. PSOE con 5.460 y 5 concejales. Cs con 2.769 y 2 concejales. Quedando sin concejales por no haber alcanzado más del 5 % de los votos válidos, Adeiza que sacó 1.226; Gana Zamora (no confundir con Podemos) que sacó 1.183; Ahora Decide que obtuvo 591 y UPYD que tuvo 347; así como UPL con 132 y Prepal con 127.

Esto último es muy importante, porque nos recuerda que la ley electoral establece dos criterio para determinar el número de concejales de cada grupo, siendo el primero que para entrar en el juego has de superar el 5 % de votos válidos, y el segundo la Ley D´Hondt (impuesta por el poder no por ser muy proporcional, si no por lo contrario, por favorecer al ganador facilitando así gobiernos estables).

Pues bien el primer problema o peligro de que dos o más fuerzas del mismo arco ideológico vayan separadas es que si alguna de ellas no supera esa barrera del 5% , sus votos se pierden.

Y en efecto, en el 2015 votos de izquierdas de Gana Zamora (1.200) y el de Ahora Decide (600) se perdieron cuando hubieran sumado 1.800 votos que son un concejal y sobran 700 para el siguiente (o sea, prácticamente 2 concejales si al grupo grande, IU, le hubieran sobrado 400 votos).

Pero para más INRI aparece la Ley D´Hondt cuyos resultados ya dimos. Veamos ahora qué hubiera ocurrido con el reparto proporcional de la escuela.

Sumamos los votos de los partidos con derecho a concejal: PP+IU+PSOE+Cs, y vemos que dan 28.020.

Como se reparten 25 concejalías, dividimos aquellos votos por estos sillones a ver a cuanto sale la butaca, viendo que obtenemos 1.120,8 votos.

Es decir cada concejal, según el reparto proporcional de parvulitos, se obtiene si tienes 1.120,8 votos. Sigamos ahora a ver cuantos le tocan al PP. Dividimos pues sus 10.426 votos por 1.120,8 y salen 9,30. ( o sea 9 y ya veremos qué pasa con los decimales).

Como IU sacó 9.365 votos la división por 1.120,8 da 8,35. ( Es decir, 8 concejales y pico). Repetimos la operación con el PSOE. Fueron 5.460 votos entre 1.120,8, lo que da 4,87 concejales, o sea 4 concejales y pico.

Lo mismo que Cs al sacar 2.769 votos si dividimos por 1120,8 nos da 2,47, que son 2 concejales y pico. Por tanto de momento llevamos este reparto de concejales: 9 del PP+8 de IU+4 del PSOE+2 de Cs que suman 23. Luego faltan dos. Busquemos para buscarlos, los restos (o decimales ) más grandes, que son uno el 0,87 del PSOE, luego le tocan 5 concejales.

Y el siguiente seria el 0,47 de Cs que tendría derecho a otro concejal, en total pues a 3. En definitiva, según la proporcionalidad de la escuela los resultados deberían haber sido: PP con 9 (y no 10 como le regala D´Hondt). IU con 8. PSOE con 5 y Cs con 3. Resumiendo, la unidad facilita que todos los votos ideológicamente parecidos salten la barrera del 5 %, y también facilitan que si esa unión queda la primera en votos, te regalen uno concejales (o dos, si sacas mucha ventaja al segundo).

Sin embargo, la nota de corte que impide tener concejales es el 5% de los votos válidos, siendo estos los de todos los partidos más los votos en blanco.

Es decir, quién vota en blanco está colaborando, sin saberlo, a favor de los partidos grandes, pues su voto va a hacer más alto el número de votos que hay que tener para tener derecho a entrar en el reparto de concejales. En el año 2015 los votos válidos fueron 32.179 cuyo 5 % desemboca en 1.609 votos, o sea, todo partido que no pasa esa cantidad de votos ni siquiera entra en el cálculo de la Ley D´Hondt.

Con lo cual vemos que si por ejemplo, cierto partido, obtuviera 1.600 votos (menos de los del 5%) esos votos se perderían, cuando unidos a otro grupo (o grupos) darían para más de un concejal.

Tengámoslo claro.