La RAE, que por algo es la que limpia, fija y da esplendor al lenguaje, lo ha dejado bien claro, "el lenguaje inclusivo es innecesario". Sin embargo, fundamentalmente desde la política, siguen erre que erre dando la batalla a la mayor chorrada en democracia. Yo también aspiro a una sociedad de hombres y mujeres más justa, gozando a partes iguales de la consideración de personas, palabra que, por cierto, incluso en el artículo que se le antepone, es femenina y no he oído a ningún hombre, por lo menos a los que tienen sentido común, tratar de darle la vuelta para masculinizarla.

No puedo entender que se considere un lenguaje violento, arma de exclusión y opresión, anteponer a un nombre masculino el artículo femenino o decir: "compañeros" sin necesidad de adjuntar a renglón seguido el consabido compañeras". Yo me doy por aludida igual y no veo ni la exclusión, ni la violencia por ninguna parte, eso se lo dejo a estos 'puristas' de pacotilla que han iniciado el todavía largo camino de la igualdad por el lenguaje. Podrían haberlo hecho por la igualdad laboral y salarial. Pero no. Lo han hecho por esta chorrada.

Ya vale de aumentar, como ha ocurrido en el Consejo de Ministros, el número de mujeres, en detrimento del de los hombres, en función del sexo. Espero y deseo que también se haya hecho en función de la inteligencia, de las capacidades, en fin de esas cosas que ya no parecen tener valor siempre que se se lleven bragas y se vista una falda. Y no quiero dar pistas porque ya se está empezando a hablar de "la tiranía de las bragas", el siguiente paso será no llevarlas o llevar gayumbos. Puede que se opte por reivindicar el uso de las bragas para los hombres. Braguitas minúsculas y muy femeninas con sus puntillitas y sus bodoques. Tranquilos que 'Victoria Secrets' no desaparecerá. A las feministas también les van las alas.

No creo que el lenguaje sea un patrón de opresión, desprecio y explotación. Creo que eso es muy feminista y poco justo. Jamás me he sentido agredida, salvo cuando se me ha insultado, pero eso es otra cosa y a lo mejor el insulto, además del proveniente de algún hombre cuya palabra favorita es siempre la misma: "puta", ha partido de alguna mujer. Algunas pueden convertirse en las peores enemigas de sus congéneres. Y eso sí que es terrible. Que sufrimiento.

Hasta la mismísima escritora Soledad Puértolas, hablando del lenguaje inclusivo, ha dicho "Utilizar "alumnos y alumnas" o "compañeros y compañeras" no sé adónde lleva". A ninguna parte. A hacer más largos discursos y peroratas de todo tipo. Corren por WhatsApp las recomendaciones de una profesora, donde con argumentos contundentes pone los puntos sobre las íes en este asunto. Ni ignorantos ni ignorantas, En España son muchos los ignorantes que están destrozando la Lengua de Cervantes, los que de Humanidades cero patatero, los que han pasado de aprender nuestra historia y nuestra geografía con estos resultados nefastos que ahora todos, los que están a favor y los que están en contra, se ven obligados a soportar.