Todos queremos las mejores atenciones sanitarias pública, normalmente, la óptima educación de nuestros retoños, como su idónea formación profesional y universitaria; vías de comunicación rápidas y seguras; pensiones que permitan llegar a final de mes, y un largo etcétera de demandas a las Administraciones Públicas; como corresponde a un Estado de Bienestar, solidario, con sistemas tributario progresista, y donde está prohibido, y penado, el fraude fiscal.

Como toda actividad, las prestaciones precitadas, contempladas en los Presupuestos Generales del Estado, en su estado de gasto, de la Comunidad Autónoma como de los ayuntamientos y Diputaciones Provinciales, requieren, como también contemplan, unas partidas, unos créditos presupuestarios, de ingresos precisos para financiarlas y que sean una realidad; lo que permitirá que la sociedad sea más justa, más desarrollada, más coherente, menos desigual, etc, al disfrutar de unos servicios e infraestructuras públicas adecuadas al fomento personal, empresarial y económico.

Todo lo cual precisa de las aportaciones de quiénes tienen rentas, patrimonio, actividad económica, a las "arcas públicas", etc; que, dicho sea de paso, suelen ser los más beneficiados de las actuaciones públicas. Es por ello que "los que más tienen, más aporten"; pero aportando todos según la respectiva capacidad económica

El buen ciudadano es consciente de todo ello y contribuye a la Hacienda Pública sin ocultar ningún rendimiento ni bienes, pues sabe que con ello posibilita el bienestar de todos y del suyo propio. La ocultación de fuentes de ingresos, el no pagar el I.V.A. y demás tributos, pone de manifiesto una inobservancia de las leyes, un egoísmo desenfrenado, insolidaridad, menosprecio a sus compatriotas, abuso del derecho, etc.

Por ello es totalmente reprobable cualquier sujeto que no cumple escrupulosamente con sus obligaciones tributarias; especialmente los profesionales que le plantean a sus clientes de si le extienden "factura con IVA, o sin IVA"; cuando el sistema fiscal y la normativa reguladora de las facturas exige que conste en ella el detalle e importe de tal impuesto indirecto.

La educación, como base de todo proceder humano, vuelve a poner de manifiesto sus carencias en quiénes incumplen sus deberes públicos con respecto al resto ce conciudadanos.

Sancho de Moncada