16 ,28, 29,30 de junio son fechas importantes para una persona que une e interesa a muchos por su sabiduría, prudencia, humildad, buen hacer , vinculado a Zamora, Valladolid, claretiano por más señas. Hace semanas el Papa Francisco salió al balcón en el Vaticano, concretamente el domingo 20 de mayo , y sin previo aviso anunció que el había pensado nombrar, crear dicen los entendidos , al padre Aquilino Bocos, Cardenal de y para toda la Iglesia Universal. Así de buenas a primeras. Y el buen religioso estaba viendo la tele con los demás frailes cuando el informativo presenta la noticia. El susto y la sorpresa fueron grandes. A preguntas de periodistas si era verdad que no sabía nada ,contesta que el Papa nada le dijo ni preguntó y si le hubiera preguntado su respuesta hubiera sido que no. Tanta es su humildad. Pero el Papa Francisco que sabe mucho, ya lo conocía desde hacía tiempo y por eso, tal vez por eso, obvió la pregunta. Aquilino Bocos, ya nuevo cardenal nominado y el 16 de junio arzobispo. Oriundo de un pequeño pueblo de Valladolid se distinguió muy pronto por su querer ser como los misioneros que habían estado en su pueblo predicando misiones populares allá por los años 50 como en tantos pueblos de zamora y le habían dado una estampa del Fundador Antonio María Claret. Normal, estudia, es bueno y ya en su juventud le encomiendan tareas de responsabilidad. Hubiera querido doctorarse en Salamanca pero tiene que hacer otras cosas que le mandan sus jefes. Y luego más y más sin poder volver al estudio sistematizado universitario como le hubiera gustado. Superior provincial en España, Presidente de la FERE, conferenciante por todas partes, Consejero del General en Roma, otros 12 años de General, visitando a sus frailes por más de 70 países, encontrándose en varias ocasiones en función del cargo con el arzobispo Bergoglio, hoy papa universal en Buenos Aires, Roma y otros lugares. Fundador en España de las Semanas de vida Religiosa y un largo etcétera. También el entonces excelente y tan querido Administrador Diocesano y Vicario General D. Juan Luis Martín Barrio, con buen ojo y tino , echó mano de él, para que viniera a Zamora e impartir durante una semana conferencias al clero diocesano. Por supuesto que el Padre Aquilino Bocos, nuestro nuevo cardenal, había estado ya varias veces en Zamora en función del cargo. Provinciales y Generales acostumbran a visitar sus comunidades y los claretianos le habían recibido varias veces. Comprometido en oración, estudio, acompañamiento, comprensión, consejo, dedicó su vida con gran intensidad y competencia a las reformas conciliares de la vida religiosa de órdenes y congregaciones, la suya en primer lugar y muchos cientos más en el mundo entero. El liderazgo fue unos de sus muchos libros y el liderazgo fue el que practicó y quisieron sus compañeros que ejerciera . El liderazgo de servir, de aconsejar, de acompañar, de la austeridad , de la sencillez, de ser el primero en el buen hablar y hacer. Y ahora cuando estaba enfrascado en nuevos libros, conferencias, viene el Papa y le dice, justo a él, el único español en este caso, a un simple cura, a un sencillo religioso, tu serás Cardenal de la Santa Iglesia, Católica , Apostólica y Romana. Y claro como ha sido así de sorpresa, le han pillado sin hábitos propios, sin ser obispo, Así que lo primero a ir a visitar al papa para ver que quiere, a preparar algún distintivo externo como exige el reglamento, aún en contra de su voluntad. Los intelectuales y espirituales tiene ya todos y el día 16 de junio será consagrado Arzobispo en la iglesia claretiana de Madrid y luego el 28 a Roma para recibir capelo, anillo, palio y todas las insignias en purpura y en rojo propias de su rango de Cardenal Príncipe de y para la Iglesia Universal. Claretianos del mundo entero, también los de Zamora, religiosas y religiosos de todos los colores y hábitos también los de Zamora, Castilla y España, España laica y creyente, todos de enhorabuena pues tenemos un gran Cardenal, bueno, de pueblo, sencillo, fraile de calle, ilustrado. Tratarle será una gracia, una suerte, un privilegio. Seguro que cualquier día lo vemos por las calles de Zamora. Ni que decir tiene que me honra con su amistad, que lucré por haberme casado con una zamorana cabal, de Roelos de Sayago, visitante en sus tiempos de las muchas películas que se proyectaban en el viejo cine de los claretianos del colegio del cuartel de Viriato cuando estudiaba bachillerato en las Siervas de San José. Y el siempre eminente y hoy eminentísimo cardenal ya estuvo en Roelos para consolar a los tristes, enterrar a los muertos y rezar por ellos.