Este mes de mayo ha sido muy intenso social y políticamente: manifestaciones de trabajadores, de feministas, de jubilados, de ayuda a domicilio, de jueces, de cazadores, de campesinos? Aprobación de presupuestos con nacionalistas, moción de censura con nacionalistas, cárcel para políticos del PP por robar y para raperos por decirlo.

Pero mayo es para nuestra familia y nuestros amigos el mes en que guardamos la luz de los compañeros que escribían ¡salud! contra los cielos cada 1 de mayo, y el olor a primavera del viento del mes en que nació y nos dejó Violeta.

La abu, mi madre, ha escrito unas palabras pensando en ella, que transcribo, junto con otras que en su día escribió Violeta en su trabajo.

-Mamá: "Cuatro años sin ti, Vio, cuatro años en que alguien por quien tú te esforzabas trabajando para que su vida fuera mejor te llevó para siempre de nuestro lado".

-Violeta: "Hay pacientes que llevan toda una vida en el psiquiátrico adaptados a la unidad; otros se encuentran confusos, deambulan por los pasillos y no mantienen relación con nadie. Están ahí, tienen en común el lugar donde hacen su vida y son seres humanos, por lo que comparten como seres humanos todas las necesidades y preocupaciones que están presentes en todos nosotros. En las unidades residenciales no se hacen muchas distinciones individuales, no se atienden suficientemente las necesidades personales. Todos cumplen el mismo horario, hacen las mismas tareas, han de cumplir las mismas normas, comen lo mismo a la misma hora, pueden o no hablar a la misma hora? No hay tiempo como para preguntar qué necesita cada cual, y escuchar la respuesta".

-Mamá: "Pero lo que no nos ha podido quitar es tu recuerdo, tu sonrisa, tu alegría".

-Violeta: "Mis aficiones tienen que ver con la gente. No me gusta el deporte, pero si estoy con la gente que quiero me apuntaría al campeonato de flexiones. Me gusta ver a las amistades, conocer y escuchar a otros, la música de muchos estilos y pintar cuando estoy sola".

-Mamá: "Tenías muchos proyectos y muchas ilusiones para ayudar a los demás (por eso elegiste ser psicóloga)".

-Violeta: "No sé muy bien por qué elegí una profesión como esta, pero sí que puedo especular sobre ello. Cuando me acerco a las personas con problemas son ellos los "problemáticos", algo que sospecho me ayuda a mantener una imagen de serenidad y neutralidad por un ratito, a sentirme útil para el otro, contenedora de sus angustias y anhelos. Una posición que me ayuda a desprenderme de lo mío al tiempo que lo mío se pone a disposición de otro. No sé, pero esto me ayuda a dar sentido a lo que hago, a sentirme útil y valorarme. Me produce satisfacción".

-Mamá: "Violeta, te queremos todos mucho".

-Violeta: "La obra Tótem y Tabú me hace pensar en el desarrollo de los grupos desde las teorías del apego. Sin el establecimiento de una confianza mínima suficiente, sin amor, el individuo no puede quererse ni querer a otros de forma segura. En los grupos entiendo esto sucede de una forma parecida. Sin el padre (el líder, el tótem, el dios, la idea) que quiera a todos por igual de forma suficiente, no creará una confianza básica que haga que los miembros del grupo se unan como tal. En cualquier caso, me gusta la idea del amor como pegamento en los grupos, ya que probablemente sólo el amor pueda salvarnos".

-Mamá: "Seguro que donde estés también nos estás ayudando a nosotros a superar la pena de no tenerte"

-Violeta: "Mi tío tiene una enfermedad mental y siempre ha estado a mi lado. Tenemos nuestro mundo compartido. Cuando era niña recuerdo que salía con mi tío a tomar una coca cola por los bares del barrio. Mi abuela le decía insistentemente que no me podía soltar de la mano al caminar. Cuando nos parábamos mi tío y yo, con nuestras manos apretadas, delante de un paso de cebra, mi tío me decía: "no te sueltes, hay que esperar a que se ponga verde". Yo pensaba: no te preocupes tío, yo no te voy a soltar."

-Mamá. "Y yo te recuerdo como si estuvieras aquí diciéndome: abuela, soy tu nieta desastre."

-Violeta: "Al terminar de leer, me quedé con una extraña sensación? El pensar que los hombres necesitan un tótem, una figura superior que realice las funciones del padre, o de lo contrario no habría posibilidad de organización social, me produjo un sentimiento de frustración. Pensaba si esta idea entraba en contradicción con la idea de igualdad social, los sistemas democráticos, la confianza en la naturaleza buena de las personas".

Mamá: "Tu abu". Violeta: "Tu nieta desastre".