Aprovechando la pasión que en Alfred y Amaia, representantes de España en el Festival de la Canción de Eurovisión, despierta el libro de Albert Pla i Alvarez, "España de mierda", cabe decir tras ver su actuación y el puesto 'de libre designación' al que los han rebajado en el conjunto del festival, que el susodicho es un Festival de mierda, con muchas canciones de mierda y muchas actuaciones de mierda. La de los representantes de España tampoco fue una cosa del otro mundo. Me gustaría preguntar a estos chicos si en algún momento se han sentido orgullosos de representar a este gran país. Porque para ellos hubiera sido una auténtica 'gozada' haber cantado en catalán o en euskera. Y ya puestos, digo yo que también en gallego, en bable, en leonés puro, con acento andaluz y vestidos al uso o también con acento canario y la música sonando como una 'isa canaria'.

Estos chicos son tontos de capirote. Se crecieron mucho con la brutal promoción que Televisión Española ha hecho de su canción que no ha sido mi canción. Tampoco la ganadora. Había mejores partituras que no han quedado muy bien situadas que digamos y que dan fe del declive del Eurofestival. Pero volviendo a estos 'pentenenes', me alegra sobremanera que les hayan bajado los humos. La palabra 'mierda' ha vuelto a formar parte de su vocabulario aludiendo a lo ocurrido. Seguro que si por un casual muy remoto, hubieran ganado, se manifestarían en otros términos.

No voy a andar a estas alturas con florituras y circunloquios, hay que decir lo que se piensa y a servidora los nenes no le caen bien. Jaleados por toda la parafernalia de Operación Triunfo, presentadores, cámaras, Consejo de Administración, público juvenil y todo lo demás y se lo creyeron. Se sintieron, ella algo así como Adele y él como Justin Bieber y no. Por no gustarme ni la puesta en escena me gustó. Y eso que siendo habitante de esta España de mierda, he tratado de verlos con otros ojos. Ni por esas.

Si los nenes fueran coherentes hubieran pedido perdón por sus chistes malos en relación con el libro y la polvareda que levantaron o directamente se hubieran dado de baja, dando paso a otro triunfito. En el camino se quedaron voces de mucho nivel que lo hubieran hecho magníficamente y con más garra. Pero no. Pensaron que la edulcorada canción y la parejita causarían el efecto perseguido, creyendo conseguir lo logrado por Salvador Sobral, el cantante portugués de la pasada edición, que fue todo sentimiento. Este año tocaba otra cosa como ha quedado demostrado. Los que se preguntan qué pintaba Israel en el Eurofestival hay que recordarles que el organizador es, la Unión Europea de Radiodifusión por eso en el certamen pueden participar todos los países pertenecientes a la UER, de ahí que Australia también se haya descolgado en alguna ocasión.