Ninguna comunidad autónoma española puede dar al traste con esa gallina de los huevos de oro que se llama turismo. Al turismo hay que mimarlo. Son muchos los países, también de nuestro entorno, que se disputan la primacía. España había tomado ventaja pero tanto en Barcelona, la podemita Colau como en Baleares, la socialista Francina Armengol, parecen querer castrar a la gallina en cuestión y que no produzca más. Ciertas formas de actuar también repercuten en el comercio local que es el gran perdedor.

A partir de este año, los turistas que visiten Baleares, pagarán el doble que ahora por la "ecotasa". Los turistas, obviamente, están que trinan y aunque algo se sabía al respecto, no dejan de mostrar su extrañeza y su sorpresa ante el incremento experimentado. El aumento tarifario implica que la cantidad a abonar oscilará entre 1 y 4 euros por persona y día, dependiendo del establecimiento de que se trate. Cabe esperar que las estancias se acorten porque todo suma y resta a la vez. No sólo los que lleguen por vía aérea deberán 'retratarse', los cruceristas están obligados también a pagar la ecotasa, concretamente 2 euros, con independencia del tiempo que permanezcan en las islas.

El sector hotelero no se muestra conforme porque ven venir lo que puede suceder con este afán recaudatorio que le ha entrado a esta gente que gobierna las islas Baleares. Ellos saben mejor que la propia Administración balear que el incremento tarifario de la ecotasa pueda tener un efecto negativo en las reservas y en la llegada de visitantes al archipiélago. Dada la situación es posible que los turistas opten por destinos más económicos. Que se vengan entonces a Zamora que no tiene mar pero tiene un lago impresionante. Eso, siempre y cuando los dueños del cotarro hostelero no tengan un arrebato de ambición y les dé por querer ganar en tres meses lo que no consiguen en todo el año.

Hay que ser muy cuidadosos con los que vienen a conocernos y con los que ya nos conocen y vuelven. Los responsables del turismo en Zamora están en la obligación de proyectar las bondades de Zamora más allá de los marcos habituales. A lo mejor hay que ir a buscar turismo en las comunidades donde se ha implantado la ecotasa. Y ofrecerles paisaje, gastronomía, historia, rutas, arte, todo lo que Zamora atesora y que no es poco. Normalmente, los responsables institucionales del turismo local y provincial, fallan estrepitosamente. Encima, como no se les puede sugerir nada, como nada puede decírseles porque lo saben todo, el resultado final no es el apetecido. Con humildad salen las cosas mejor. Quizá eso sea mucho pedir a según quienes.

Toda la vida oyendo hablar de las bondades turísticas de la Zamora provincial, de la capital como ciudad de Congresos y sin embargo hay una incapacidad palmaria para vender todo eso. Si acaso, los únicos congresos que se celebran con éxito son los relacionados con la Semana Santa. Hay que hacer más. La responsabilidad sobre el turismo no puede ser única y exclusivamente de despacho, que también, hay que ofertar, hay que vender, hay que promocionar y hay que salir porque el buen paño hace mucho que no se vende en el arca.