Creo que de todos los españoles, incluidos los del Partido Popular, yo soy el único que creo en ti Cristina Cifuentes. Yo soy de los que piensa como tú que para aprobar no hace falta ir a clase ya que al fin y al cabo estudiar es de tontos. Tampoco creo que haya que presentarse al examen para aprobar las asignaturas si las puedes pasar con trabajos, ni mucho menos que el profesor titular te firme una acta cuando lo más probable es que haya dado, en el mejor de los casos, clase el becario -sin acritud a los becarios-. Cristina, tú no eres culpable de nada, tan solo una víctima de la Universidad como lo hemos sido muchos, en tu caso discriminación positiva, pero discriminación al fin y al cabo. Si tú te has hecho la rubia y te han firmado el acta, ole tú. El problema no está en que te hagas la rubia, que tienes todo el derecho, sino que consigas el propósito con consentimiento rubricado. Creo que eres una víctima del populismo barato que corre por las calles españolas donde todo el mundo se doctora en "entendido" ahora denominado "cuñadismo". Yo no creo que debas dimitir por un máster que se dice que no es tal. También creo que la Universidad ha traspasado un límite, que desde que Alfonso IX de León fundase la Universidad de Salamanca hace exactamente ochocientos años, jamás se había traspasado; y es que la Fiscalía se inmiscuya en el ámbito académico. Ahora vamos a tener a todos los padres denunciando para que un juez juzgue si el zoquete de su hijo se merece el suspenso o una sentencia del juzgado le de una matrícula de honor. Es más Cristina, si no encuentran tu trabajo de fin de máster, propongo que te nombren Honoris Causa y que el Emérito te entregue el galardón, al fin y al cabo tú martirio ha servido para destapar lo que ya no tenía por donde agarrarse.

Pero en tu discurso hay algo que me chirria en los oídos, y si bien defenderé tu inocencia, como la de quien va por la calle y alguien le da cinco euros robados, me parece que vas sobrada, que nos tratas por gilipollas y por ahí nanay. La próxima vez que te subas a una tribuna para fardar de máster, tira de un "Cum Laude" (máxima nota) o cállate la boca, porque un "siete coma cinco", notable raspado, es una vergüenza para la mayoría de los estudiantes de máster y doctorado que hemos sacado la máxima calificación.

Tomás Blanco