Hace unos días se presentó en Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca, un libro titulado, "El pensamiento territorial de la Segunda República Española", que contiene una antología de textos sobre el pensamiento territorial en la II República Española. En el estudio preliminar, se dice: "junto al religioso, el agrario, el militar y el social, el territorial fue el gran asunto que tuvo que resolver la Segunda República. Y, de un modo más concreto, el de Cataluña, que se había heredado de la Restauración". Hoy la palabra que más se repite en España es el "conflicto catalán". ¿Qué se entiende por esta expresión? Para la mayoría de los españoles es una actitud de los nacionalistas catalanes de confrontación con el Estado español que se repite cada cierto tiempo, y que coincide cada vez que hay Gobiernos españoles débiles. Este aspecto se ha convertido en su doctrina, aunque los nacionalistas catalanes afirman que es una reivindicación histórica imprescriptible que no tiene relación alguna ni con la organización territorial del Estado Nacional ni siquiera con una forma política alternativa al nacionalismo español.

En el libro citado se recoge el discurso del filósofo español, José Ortega y Gasset, pronunciado en el Congreso de los Diputados el día 13 de mayo de 1932, en él analiza el discurso doctrinal planteado por Companys, también hace alusión a las "constantes salidas expectorativas" de don Antonio Royo Villanova. Dice Ortega "que el problema catalán es un problema que no se puede resolver, que sólo se puede conllevar, que es un problema perpetuo, que ha sido siempre antes que existiese la unidad peninsular y seguirá siendo mientras España subsista; que es un problema perpetuo, y que a fuer de tal, repito, sólo se puede conllevar".

"Por cualquier fecha que cortemos la historia de los catalanes -sigue diciendo Ortega y Gasset- encontraremos a éstos, con gran probabilidad, enzarzados con alguien, y, si no consigo mismos, enzarzados sobre cuestiones de soberanía, sea cual sea la forma que de la idea de soberanía se tenga en aquella época; sea el poder que se atribuye a una persona a la cual se llama soberano, como en la Edad Media y en el siglo XVII o en nuestro tiempo".

A mediados del siglo XV representantes de los catalanes hartos de guerra entre "Remengas" por un lado y de partidarios de la liga la "Busca" -en catalán astilla- y de la "Biga" anduvieron por varias Cortes Españolas y Europeas buscando un rey que quisiera ser su soberano sin que ninguno aceptara alegremente la oferta debido, a la bien ganada fama de estar en permanente desacuerdo cualquiera que fuese la forma de gobierno que tuviesen. Cuando consiguieron diezmarse y arruinarse se dejaron de matar por casi todo el siglo siguiente. Después empezaron a proclamar repúblicas y estados, entre 1641 y 2017 lo han hecho en ocho ocasiones: 1641; 1712; 1793; 1810; 1812; 1873; 1934 y 2017. Con tanta proclamación lo que han demostrado es ser excesivamente obstinados, poco inteligentes y nada prácticos.

Siempre han fracasado en su proyecto independentista porque el número de catalanes que se sienten españoles ha sido superior y además se tropiezan con el resto de españoles que no son catalanes que sienten a Cataluña como un ingrediente y trozo esencial de España.

Ahora, en su osadía, y con los mismos ingredientes de siempre están enzarzados con el Gobierno del Presidente Rajoy porque se niega a dialogar con ellos para ayudarle a crear su república. El señor Rajoy no es Presidente con mi voto, pero por la dignidad del cargo que representa le pedimos que no se siente a dialogar con presidiarios ni fugitivos en busca y captura.