El balance de la Semana Santa será como siempre bueno, porque toda la ciudad se vuelca para que lo sea, salvo por esa lluvia que deslució o provocó la suspensión de las procesiones, pero que es tan necesaria para el campo y la vida que no podemos reprochar nada a los Cristos y a las Vírgenes que han confundido las procesiones con rogativas para que llueva.

La lluvia por otra parte ha sido la disculpa que ponen los profetas para explicar que no haya pasado nada grave, pese a que en días previos a la celebración anunciaban grandes plagas y males por el botellón que años celebrándose en San Martín, hasta el punto de que en éste ha llegado a quitar protagonismo a la propia Semana Santa:

Voto a Dios que me espanta el botellón

y que diera un millón por evitarlo

porque ¿no es posible hoy poder pararlo

si tan cerca sale la procesión?

Como toda concentración, el botellón deja el parque y los alrededores llenos de residuos y suciedad. Además la concentración de tantas personas jóvenes y hasta menores de edad, muchos de ellos consumiendo alcohol, supone un riesgo para su salud. Los vecinos del Casco Antiguo llevan varios años quejándose:

Voto a Dios que defiendo la belleza

que el botellón de jóvenes mancilla,

porque ¿quién no siente hoy la maravilla

de esta pasión vivida con grandeza?

Los vecinos de toda la ciudad llevan reivindicando desde hace años su prohibición, o su control, o que se aleje de sus casas? o todo a la vez. Y lo entiendo por las molestias que les causan. Reprochan al Ayuntamiento y al Gobierno que no se empleen con todas las fuerzas de seguridad para evitarlo.

Por Jesucristo vivo, y con tristeza

en San Martín, de chavales cuadrillas

sin control, represión ni barandillas

impunemente atacan la limpieza.

No es verdad que no se haga nada por evitar las consecuencias de esta concentración prohibida por ley: se instala un punto de Cruz Roja para atender a la gente, se refuerza el servicio de policía municipal, se ponen váteres portátiles, se colocan más contenedores de basura, se refuerza el servicio de limpieza para recoger cuanto antes los residuos?Pese a todo, hay quien lo considera insuficiente:

Apostaré que vuelve el botellón

porque nadie hace nada por prohibirlo

trayendo grandes males a Zamora.

Y hay quien intenta obtener réditos de una situación que a nadie satisface pero que no es tan fácil evitar, como demuestra que se dé en todos los lugares, y que supone un fenómeno sociológico que no debe criminalizar a unos jóvenes cuyo modelo de diversión ligado al alcohol han copiado de sus mayores. Aun así, hay quien lo hace:

Esto oyó un valentón y dijo: "es cierto

cuanto dice voacé, Sr. vecino,

yo lo erradicaría en una hora".

Afortunadamente, el riesgo de que pudiera suceder alguna desgracia, que nos tenía en vilo, y la colaboración del chaparrón que trajo a menos jóvenes a Zamora, se saldaron con normalidad. Los vecinos de las cercanías, eso sí, volvieron a encontrarse con la mierda en sus puertas.

Y luego sin demora,

el servicio de limpieza salió al alba,

limpiaron todo, fuese y no hubo nada.

Sirva el estrambote final para quitar hierro al botellón evitando que sirva para quitar protagonismo a la Semana Santa o para el enfrentamiento político; para pedir disculpas a los vecinos por no haber evitado las molestias y la suciedad? y al genial Cervantes por hacer unos ripios de su irónico soneto "Al túmulo de Felipe II".

A todos, gracias por poder decir: "Fuese y no hubo nada". Salud para otro año.