De la antigüedad del juego de las tabas nos da idea esta escultura de una niña de la antigua Roma que está jugando a las tabas. En la antigua Grecia ya se jugaba a las tabas como juego de azar. Se conservan de la época del arte griego esculturas, pinturas sobre mármol y diferentes objetos como ánforas en los que se representan jugadores de tabas. También servían las tabas como objeto adivinatorio, la astragalomancia se tuvo muy en cuenta en la antigüedad. No es un juego que haya sido practicado únicamente por el pueblo llano, sino que, según se relata en textos históricos, aristócratas e incluso algunos emperadores le tenían mucho apego al juego de las tabas. Los más pudientes usaban imitaciones de tabas fabricadas artificialmente en Margot y hasta en plata u oro. En España, con variantes, se juega en todas las regiones. En Colmenar Viejo, los días 30 de noviembre (San Andrés) y 13 de diciembre (Santa Lucía) se juega a las tabas con apuestas monetarias en los bares. Se juega con cinco tabas de cordero (hueso astrágalo) en las que se consideran cuatro posiciones: Hoyos, panza, picos y Rey. Las reglas del juego son un poco complejas y dependen las jugadas de la posición en que caigan las tabas.