Perla, Bella, Corchera, Faraona, Roberto, Caramelo y Vistoso, las buchas y buches que optaban a la subasta en San Vitero, se quedaron compuestas y sin postor que diera por ellas un duro. Y es muy duro que tras veinte años de celebración, la feria para la exaltación del burro zamorano haya pasado por esa humillación.

Se pueden buscar razones como el tiempo deslucido, o la manifestación en defensa de las pensiones que desplazó a la capital a la gente de los pueblos para luchar.

Pero las alarmas han saltado en toda la provincia que ve disminuir su población y que ya ni siquiera se recupera en fiestas, romerías y ferias como la de San Vitero: con menor asistencia porque somos menos; con menos dinero porque también es menor la pensión, el trabajo que no se tiene y el futuro que deben sostener los jóvenes con su presencia y con las cotizaciones para mantener las pensiones que no se suben, el trabajo que no hay? y así en un círculo vicioso en el que damos vueltas sin salida.

Un círculo similar al que nos quiere meter el Sr. Rajoy con las pensiones: si no hay cotizaciones no hay subida de pensión; si no hay subida se gasta menos; si se gasta menos hay menos trabajo, si hay menos trabajo hay menos cotizaciones, si hay menos cotizaciones no se puede subir la pensión? Y aún más: no puedo subir las pensiones si no hay apoyo al Presupuesto, no hay apoyo entre otras cosas porque no se han subido las pensiones, no puedo subirlas porque han bajado las cotizaciones, han bajado porque no hay trabajo, no hay trabajo porque los pensionistas no gastan, no gastan porque no les subo las pensiones, y por ello no hay apoyo al Presupuesto?

Ni la declaración de raza autóctona en peligro de extinción por parte de la Unión Europea, ni el apoyo de ésta y de la Diputación en el XX Aniversario, con sus premios a la mejor burra adulta, joven o con rastra y al mejor garañón, han podido evitar que no haya habido quien puje por nuestros humildes burros zamoranos.

Se convirtió así la Feria de San Vitero en un síntoma más de la despoblación de la provincia, que hace difícil mantener a animales domésticos como los burros; que impide protegerlos de la guerra que se libra todos los días entre la fauna salvaje y los animales domésticos -lobos y buitres contra ovejas y vacas-, y que puede acabar convirtiendo a Zamora en un plató estupendo de la escopeta nacional, caciques incluidos inaugurando ferias.

El camino para salir del círculo vicioso y de la profecía autocumplida -me contó mi hija Violeta- de la despoblación inminente y la pensión mínima, lo han iniciado los propios jubilados desoyendo el oráculo de Rajoy o rompiendo con argumentos el círculo al que les quieren llevar. Por algo son los que enseñan a sus nietos y nietas el dilema del "huevo y la gallina" de Aristóteles y Plutarco: "¿qué fue antes?"

¿Fue antes la pérdida de población o la falta de pujas a los buches autóctonos? ¿Fue antes la instalación de macrogranjas o la situación de los ganaderos de vacuno y ovino que pierden dinero porque la leche baja más que la pensión? ¿Fue antes la bajada de la pensión, que en los pueblos es un 40 por ciento menor que en las ciudades según denuncia la Unión de Campesinos, o la pérdida de trabajo?

El cura y sin embargo amigo, Teo Nieto, que ofició la misa el día del Cristo de San Vitero, y que pertenece a la Coordinadora Rural, dijo que una de las características de la sociedad actual es el individualismo que lleva al aislamiento, y que la solución es encontrarse, para vivir y disfrutar, en las tradiciones y ferias, aunque no se pueda comprar porque la pensión ha bajado.

Y encontrarse para luchar en las manifestaciones: por los derechos de las mujeres, por el derecho a la pensión digna, por el derecho a la educación y a la sanidad públicas. Y por las que vendrán para romper con los círculos viciosos del poder.

Teo: "Hermano, aquí mi mano, será tuya mi frente (?) y los campos de siempre volverán a granar, unas espigas altas, dispuestas para el pan". Y a la vez para compartirlo.