El caso del antiguo espía ruso envenenado en Gran Bretaña ha vuelto a avisar del peligro exterior de las democracias occidentales: la Rusia de Putin que busca desestabilizarlas.

Pero dos recientes decisiones de Donald Trump -la imposición de tarifas arancelarias al acero (18%) y al aluminio (10%), así como el cese fulminante del secretario de Estado, Rex Tillerson- indican que el presidente americano es otro peligroso desestabilizador.

Hace ya más de 400 días que llegó a la presidencia. Y no ha mejorado nada. El ultra Steve Bannon ha sido alejado de la Casa Blanca, pero las dos últimas decisiones dan miedo.

Las tarifas arancelarias, aunque aplaudidas en sus sectores, harán más mal que bien a la economía americana y son un obstáculo al comercio mundial. Acarrearán medidas de retorsión de otros países (China, UE) y el resurgir del proteccionismo es una grave amenaza para la economía mundial. Cuando Trump dice que las guerras comerciales son buenas? Y la decisión ha provocado la dimisión de su consejero económico Gary Horn, un hombre de la derecha económica tradicional. Los proteccionistas de la "America First" salen fortalecidos.

Y la otra decisión, el cese de Rex Tillerson, antiguo presidente de la petrolera Exxon Mobil, no es menos preocupante. Tillerson, un miembro del empresariado americano tan partidario del libre mercado como realista, era desde el siempre poderoso departamento de Estado -con predecesores como Henry Kissinger o Colin Powell- un freno al personalismo del presidente y una garantía para los republicanos moderados.

Pero lo más inquietante es que Tillerson se enteró de su cese a las 8,44 horas del martes por un simple tuit del presidente. En poco más de un año 24 altos cargos han sido cesados o han abandonado, pero despedir al secretario de Estado por tuit es el sumum del capricho personal y de la irresponsabilidad.

Lo único positivo es que en la elección parcial de un distrito de Pensilvania, en el que Trump ganó las presidenciales por más de veinte puntos, un demócrata ha derrotado al aspirante republicano apoyado por Trump. Mal indicador para el polémico presidente de cara a las elecciones de noviembre en las que se renueva la Cámara de Representantes.