Clara Zetkin fue una política alemana de izquierdas y de gran coraje que vivió desde mediados del siglo XIX hasta 1930, la cual dedicó toda su vida a defender los derechos de las mujeres. Deseaba que como seres humanos recibieran el mismo tratamiento que los hombres, en un mundo dominado desgraciadamente, sólo por hombres. Eran tiempos difíciles.

En 1910 participó en Copenhague en el Segundo Encuentro de Mujeres socialistas donde se propuso conmemorar un "Día Internacional de la Mujer" o un "Día de la Mujer Trabajadora" para solidarizarse con los representantes de Estados Unidos que habían dedicado un día de marzo a las mujeres, como homenaje a la huelga textil de 1910, de tan oscura memoria, que fue donde toda esta revolución estalló.

Y ese cambio, aunque desde entonces ha sido imparable, no ha sido definitivo, aún queda mucho camino por andar.

En muchos países, generalmente debido a problemas de cultura, educación o religiosos, las mujeres todavía no han alcanzado un grado de libertad e igualdad suficiente como para sentirse seguras de sí mismas, y siguen siendo violados sus derechos y denigradas por la sociedad cuando se oponen a las normas inventadas por personas que están imbuidas por el fanatismo y el radicalismo.

Y en todas las sociedades suceden casos terribles, en las democráticas más aislados, y en las no democráticas continuos.

De Clara Zetkin se dice que "Rara vez se escuchó de sus labios la frase "no puedo", con mayor frecuencia se escucharon las palabras "yo debo".

Por todo ello, hoy, quiero presentarles a una poetisa saudí, maravillosa, desvergonzadamente irreverente y revolucionaria, llamada Hissa Halil, la cual se ha atrevido a participar en un programa de televisión del Golfo Pérsico, llamado "El poeta del millón", por supuesto no hace falta decir que la única mujer que participaba era ella, cubierta por un niqab negro, a través del cual apenas se podían intuir ni sus ojos ni sus pies. Ganó por primera vez en la vida del país, el tercer premio, y aunque el Jurado presente le dio la máxima puntuación, el público que también votaba, formado por las gentes de las tribus beduinas patriarcales de origen nabateo, votaron sólo a hombres.

¿Qué tiene de interés esta mujer para que haya llamado la atención de numerosos medios de comunicación del mundo y que se siente feliz porque se ha podido comprar con el dinero del premio su propia casa?

Pues, su gran coraje, su valentía y fundamentalmente su total falta de miedo, en un ambiente hostil, ya que estamos hablando de una sociedad dominada por el salafismo, cuyos clérigos han llenado de normas el Islam. Recordemos que los salafistas defienden que hay que volver a los textos antiguos y que sólo su interpretación del Corán es la verdadera. A todo aquel que no la siga le declaran la Fatwa y es condenado a morir.

La poesía del pueblo nabateo, desde tiempo inmemorial, se ha trasmitido de forma oral y ha sido el verdadero medio de resistencia de las mujeres beduinas del medio rural.

Ellas han hecho a lo largo de la historia, largos viajes por los pueblos del desierto, siempre acompañadas por hombres de su familia, para asistir a las veladas poéticas o concursos organizados por dichas tribus.

Incluso pueden participar libremente y recitar sus poemas ante 500 hombres sin que pueda ser criticada su moralidad. Así han surgido muchas poetisas que recitan sus obras cuyos temas son diversos, la corrupción política, la deslealtad, la naturaleza y muchos más.

Y ¿qué hace tan singular a esta mujer que libera su energía componiendo poesía?

Pues los temas que trata.

Ella cuenta que ya hace veinte años empezó a sentir la altivez con que hombres y mujeres musulmanes árabes la miraban. Hombres con barbas y túnicas de una longitud especial, ya que no pueden tocar el suelo para evitar estar corrompidos, mujeres condenadas a ir tapadas todas ellas con las niqab negras. Pudo ver cómo a los hombres que empezaron a respetar las normas de los clérigos se les ayudaba económicamente y prosperaron enseguida sus negocios. Pero a ella las normas la asfixiaban, no entendía que no pudieran estar juntos hombres y mujeres como en el pasado, que todo fuera pecado, salir sola a la calle, ir a ver a las amigas?

Ella en sus poemas habla de forma directa y sin tapujos del Islam, denuncia la opresión de la mujer, la violencia inaceptable del extremismo, y defiende el poder de la mujer, de la igualdad de los seres humanos, de la fe, que es una cuestión personal y nada tiene que ver con doctrinas políticas o clérigos, a los que desenmascara, sino con el interior del ser humano. Ella está reinventando un Islam personal en el que nadie más que su conciencia y su fe le dictan lo que tiene que hacer o pensar. No necesita intermediarios.

Y todos sus poemas los ha recitado en la televisión con voz alta y clara, sin temblar, ni titubear, convencida de que, si todos nos levantamos contra la opresión, llegará un momento en que esta tiene por fuerza que desaparecer.

Fue largamente aplaudida su actuación en el concurso televisivo por los convocantes y por sus mujeres, que estaban sentados en partes separadas del plató. Muchos musulmanes del mundo se han solidarizado con ella y le han dado las gracias por ese soplo de aire fresco que ha originado que algo tiene que empezar a cambiar allí.

Pero, los salafistas ya le han declarado la Fatwa, ha sido condenada a morir y muchos se han ofrecido a llevar a cabo acción tan funesta.

No sabemos qué pasará con ella, pero seguro que seguirá escribiendo para que se nos haga más llevadero el día a todos los seres que defendemos la libertad y la convivencia pacífica.

Aquí transcribo uno de sus poemas, espero que todos descubramos el coraje que en él se encierra.

"El caos de la Fatwas"

He visto el mal que desprenden los ojos de las fatwas subversivas/ en un tiempo en que lo lícito se confunde con lo que no es lícito. / Cuando descubro la verdad, un monstruo llega desde su escondite/ bárbaro el pensamiento, enojado y ciego,/ vistiéndolo la muerte como con un vestido y cubriéndolo con un cinturón. / Habla desde una plataforma oficial y poderosa, / aterroriza a la gente y ataca a todos los que buscan la paz. /

La voz del coraje huyó y la verdad está acorralada y en silencio/ cuando el interés propio impidió a la gente decir la verdad. /

Son tiempos muy difíciles para ella, porque es de las que no entienden el "no puedo", sino el "yo debo", por eso le deseo, larga vida a Hissa Hilal.