En torno a la pensión de un jubilado se mantiene un buen número de profesionales, unos autónomos y otros asalariados se reparten los escasos dineros de que puede disponer una persona mayor que necesita recurrir a medios que le permitan llevar una vida lo más soportable posible. Como la vista ya va deteriorada, tiene que acudir al óptico que le venderá unas gafas que a veces alcanzan precios astronómicos. Como a los mayores les va fallando el oído, si quieren salir de su aislamiento acústico, no les que otra solución que hacerse una audiometría y pagar un aparatito que le costará todo lo que tengan ahorrado si quieren salir de su sordera.

No conozco a ninguna persona mayor que conserve íntegramente su dentadura, motivo por el cual, son frecuentes sus visitas al dentista y allí dejan lo que tienen, lo que no tienen y más en ortodoncias, peridoncias, extracciones y prótesis para poder digerir los escasos alimentos que su régimen le permita.

Las artrosis, dolores musculares. problemas de deambulación y y otros achaques propios de la edad, hacen que de vez en cuando no sea suficiente el tratamiento médico de la Seguridad Social y tenga que acudir a fisioterapeutas para recibir masajes y hacer ejercicios de rehabilitación que deberá pagar de su bolsillo.

Así que, los jubilados, con una mísera pensión de subsistencia, se ven obligados a mantener múltiples puestos de trabajo retribuyendo a quienes le proporcionan remedios para la vista, para el oído, para la boca, para poder andar y para realizar las imprescindibles funciones fisiológicas que, antes de llegar a la edad de la jubilación, eran normales sin ayuda de prótesis.

En definitiva, que las personas mayores debemos estar orgullosos, no solamente de haber llegado a una edad avanzada, sino que, con nuestros achaques, estamos creando puestos de trabajo para que coticen a la Seguridad Social y reviertan en las pensiones que pagamos nosotros mismos.Con un poco de buen humor y si quedan recursos para ello, habrá todavía quienes hagan viajes por el Imserso, Club de los 60, o en Agencias de Viajes, con lo que también darán trabajo a transportistas, hoteles y todo ese entramado turístico del que viven muchos profesionales cuyos ingresos proceden de las pensiones de los jubilados.

Esto es un círculo cerrado; si los jubilados no cobran pensiones dignas, habrá muchos miles de personas que se quedarán sin trabajo y a ver quien los mantiene. ¡Ah! y no olvidemos que los hijos de muchos jubilados que se quedaron en el paro con la crisis, salieron adelante con la pensión de los mayores.

Habrá que creer firmemente en el milagro de la multiplicación de los panes y los peces.