Resulta lamentable y vergonzoso que por un partido de fútbol, una ciudad esté atemorizada y condicionada, se tengan que suprimir clases escolares, cerrar determinados establecimientos y como digo de alguna forma condicionar las actuaciones de parte de los ciudadanos, al margen de los daños causados en mobiliario público y particular, junto al costo económico de los dispositivos dispuestos para evitar tal barbarie,así como heridos en la refriega y en este caso con un fallecido incluido ( mi condolencia para la familia ). Y todo esto por culpa de unos supuestos aficionados radicales de uno y otro equipo que están predispuestos a la violencia y al enfrentamiento como único fin, caiga quien caiga, así como por la dejadez de las instituciones deportivas como la UEFA, la FIFA, las distintas federaciones y los propios clubes de fútbol que no hacen lo necesario para evitarlo, e incluso las instituciones políticas con poder suficiente para ello, máxime cuando no son casos aislados y llevamos con ello varios años sin solución alguna.

Debiera prohibirse el desplazarse a estos hinchas radicales, sean de donde sean no dándoles los correspondientes visados, máxime cuando son grupos conocidos y reincidentes e incluso que el club visitado no tenga que venderles entradas ni a ellos ni al club visitante, cada partido de fútbol con su única afición, al margen de otras medidas que bien pudieran adoptar los gobernantes del país visitado como el prohibirles la entrada o disponer su devolución al lugar de origen. Todo en función de evitar estos penosos incidentes que van a más como estamos viendo.

Angel Santamaría Castro