A l ver los campos llenos de girasoles, me siento junto al teléfono, busco un número entre la prosa y llamo: - buenos días, ¿me pone con Van Gogh?- Su sufrimiento y su fragilidad le llevaron a pasar épocas en hospitales mentales, pero también disfrutó de estancias en casas amarillas. El amarillo es el color con el que habla en su cuadros, y los girasoles son un simbolismo: áridos , secos, moribundos, marchitos, plenos... ¡Los pintó de muchas maneras!

También los girasoles fueron una declaración de amistad. Él y Gauguin convivieron juntos, Van Gogh sentía debilidad por el artista y a través del girasol le dijo: "Igual que el girasol se mueve con el sol, yo me muevo contigo". Pienso que quiso decir eso, igual no, pero, bueno ahí queda...

Un espíritu libre encuentra en la vida multitud de maestros, con frecuencia son personas que aspiran al no ser.

Sí, es tendencia decir: "Soy un alma libre". Las palabras suelen ser buscadas por aquellos que añoran el acto. Mire usted, por suerte o desgracia, las almas libres no se quedan rezagadas ante el apego: sea de la índole que sea, prefieren buscar el afán de la soledad y caminar de la mano junto al viento.

El arte es fruto de muchos espíritus libres; la literatura, la música y la poesía también. Los hombres así convierten a la bestia del instinto en algo... Un alma libre desahoga sus angustias al mismo tiempo que dispone de sus pasiones. La filosofía de la vida... No, no llamemos alma libre, al inseguro y dubitativo. En la fábrica de la cobardía fantasean con palabras poéticas: todas amigas del miedo.

Un alma libre es humilde, sabe que el orgullo es causa de abundantes desazones. Tampoco tiene rivales, ni contrarios. Ve el fondo del alma... A aquellos que tienen miedo a amar les diría: que no confundan ser libre de alma con ser cobarde.

Amando desde la maravillosa libertad encontramos la superioridad del alma.