No puede nacer con peor pie "Nosotras Zamora", plataforma de mujeres que se ha organizado para liderar la huelga y los actos reivindicativos del 8 de marzo, celebración del Día Internacional de la Mujer. Leo una y otra vez la noticia publicada por este periódico y no doy crédito. Soy incapaz de comprender que, para preparar dichos actos, invitaran a una asamblea el pasado viernes a las 18,00 horas, pero, eso sí, exclusivamente a mujeres. Y el asombro no termina ahí. Para justificar que en estos asuntos solamente importa la voz de las féminas, se remata con el siguiente texto: "En una manifestación de pescadores no tiene sentido que haya un granjero". Pues nada, oye, que asistan únicamente mujeres, que, según parece, la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres es solamente un asunto femenino. ¿Qué coños pintamos los varones en estas reivindicaciones? Nada. Es como juntar peras con manzanas o, como dicen ellas, pescadores con granjeros. ¡Ay!

¿Pero alguien en su sano juicio puede apoyar semejante torpeza? Espero que no y que sean precisamente las mujeres con dos dedos de frente, que abundan por estas tierras, las que levanten la voz y critiquen los métodos de un colectivo que se presenta en sociedad apartando a la mitad de la población, es decir, a los hombres, de la posibilidad de conquistar junto a las mujeres sus ideales, sueños y expectativas. ¿Que algunas no quieren? Pues nada, oye, que ellas solitas se lo guisen y se lo coman. Yo pensaba, sin embargo, que para cambiar y transformar la sociedad y emplearse a fondo para mejorar la vida de las personas lo mejor era tejer redes sociales de colaboración entre unos y otros, entre unas y otras y, por supuesto, entre unas y otros o viceversa. Aquí, sin embargo, se ha optado por una estrategia totalmente opuesta a la imprescindible y necesaria complicidad entre las personas, indistintamente de cuál sea su sexo, para luchar contra las distintas formas y expresiones de la desigualdad social, que nos siguen afectando a unos y otras.

Pues bien, si algunas señoras no quieren contar conmigo en el combate por la igualdad entre hombres y mujeres, allá ellas. Es verdad que soy poquita cosa, pero yo imaginaba que, dado que este colectivo aspira a construir un mundo más igualitario, compartirían la filosofía de aquel viejo refrán que aprendí en la infancia: "Un grano no hace granero pero ayuda al compañero". ¿Les suena? ¿Saben lo que realmente significa? Me consta que hay muchas mujeres que se han sentido tan ofendidas como yo. No obstante, sigo pensando que las batallas de las mujeres por conquistar más y mejores cuotas de igualdad son también nuestras luchas, las de los hombres. Aunque "Nosotras Zamora" me haya decepcionado profundamente, merece la pena seguir construyendo redes de colaboración y sumar nuevas complicidades. Todo lo contrario a los métodos que algunas mujeres han defendido en estas tierras. Porque muchos se estarán frotando las manos. Ya saben: "A río revuelto, ganancia de pescadores". ¡Ay, si algunas de nuestras madres levantaran la cabeza! Se iban a enterar.