Los territorios no ens roban. Los que dicen que España ens roba no se refieren a que el Sistema Central y las Béticas le quiten altura a la cordillera Costero Catalana (que no les llega a la suela de los zapatos), ni siquiera a los Pirineos Orientales que son más altos. Tampoco a que entre el Duero, el Tajo, el Guadiana y el Guadalquivir, ganemos por goleada en caudal de agua al Ter, el Llobregat y el Ebro en su desembocadura todos "junts per cat", por lo que no ens robamos ni una gota de agua. Ni que el Cantábrico norte de Cantabria le quite las anxoves a l'Escala. Ni que las vegas de Granada y la huerta murciana se lleven los frutales de Lleida por la cara. Mucho menos hablamos de viñedos y vinos, porque ahí a cada cual lo suyo. En definitiva, los territorios no se ens roban entre sí.

Sin embargo, el ministro Montoro a la chita callando lleva ens robando a los zamoranos a través de sus instituciones locales desde que proclamó la ley que conocemos por su santo nombre, porque pronunciarla es un trabalenguas que parece pensado para que nos entre un ataque de risa: Ley de Racionalización y Estabilidad de la Administración Local (risas por lo increíble); o sea, LRSAL (más risas por lo impronunciable); o traducido al román paladino "una administración, una competencia" o viceversa (carcajadas). Mejor llamarla Ley Montoro "que nos ens roba". Y eso no tiene gracia.

En la Diputación que representa a una de las provincias más pobres de la España ens roba, la Ley del Sr. Montoro provoca todos los años un déficit en la prestación de los servicios sociales competencia de otras administraciones que llega a tres millones y medio en ayuda a domicilio, residencia de mayores de Toro, atención sociosanitaria y escuela infantil de Benavente. Y el nuevo acuerdo de servicios sociales con la Junta ens roba a los zamoranos durante tres años seis millones sólo en ayuda a domicilio, donde las listas de espera se habían disparado este año por la envejecida Zamora.

En el ayuntamiento de Zamora Montoro ens roba más de un millón entre ayuda a domicilio y escuelas infantiles que debía asumir la Junta. Y lo mismo sucede en todos los ayuntamientos que gastan parte de su presupuesto en dar servicios sociales a sus vecinos que debería prestar otra administración. Montoro nos sigue ens robando.

Queda claro que con sus leyes Montoro ens roba a los zamoranos, obligados a pagar por sus derechos sociales con el dinero que llega a los ayuntamientos y diputación, o a quedarnos sin ellos. Pero no contento con ens robar a nuestras instituciones locales, ha echado mano de la hucha de las pensiones que los trabajadores habían llenado con el sudor de su frente, rebajando los ahorrillos de 67.000 euros a 8.000 euros durante los gobiernos de Rajoy que también ens roba. Y además ha ens robado directamente la cartera a todos los jubilados que han perdido poder adquisitivo de su pensión respecto a lo que sube la vida.

A los zamoranos nos ens roban por partida doble: en las instituciones el Sr. Montoro y en las pensiones de la población envejecida el resto del Gobierno ens robador.

Pero no son los territorios, amigos de Puigdemon, los que ens roban. En Zamora, o apocalandia (de apocaditos) según la Sra. Rigalt, ens roba el gobierno directamente con la Ley Montoro e indirectamente con los recortes a los servicios ¡Y se queja la de los cromos de que estamos "repes" por nuestra opinión sobre el Procès, como si un territorio cualquiera fuera nuestra mayor preocupación!

Los zamoranos no somos apocaditos sino muy bien educados. Volvemos a tener uno de los mejores resultados en la evaluación de la educación de nuestros jóvenes. Por eso sabemos que los territorios no ens roban, de la misma manera que no son sujeto de derechos humanos, porque los derechos humanos son de las personas y no de los países, ni siquiera de las familias. Cualquier hombre o mujer del mundo es sujeto de derechos por el mero y obligado hecho de nacer, sin que dependa del lugar ni de la familia que le acoge, según la Declaración Universal de Derechos Humanos

Algunos apocaditos zamoranos estamos más preocupados por los derechos universales de todo el mundo que por los procès independentistas basados en la falacia de que España ens roba. Quien ens roba es el que se lleva el fruto del trabajo de otro, llamado también plusvalía por algunos.

Apocaditos seremos, pero no tontos. Y aquí quien ens roba es el Sr. Montoro. Quizás también ens robe a los paisanos trabajadores de Carmen Rigalt, que como poco anda despistada con las personas a quienes nos ha coincidido vivir en esta cercana y acogedora tierra de apocadas., perdón, bien educadas buenas gentes de Zamora.