Tábara es un municipio zamorano de oscuro origen. Algunos historiadores consideran que fue fundado por los visigodos, otros, lo datan en el siglo X. Tiene una superficie de 113 km2 y se ubica en el centro norte de la provincia a 750 m. sobre el nivel del mar. Su distancia a la capital es de 45 km. y la patrona la Virgen de la Asunción. Su evolución histórica está muy relacionada con la estratégica situación que tiene en el centro de un valle. Artísticamente conserva una interesante iglesia románica que fue declarada Bien de Interés Cultural en 1.931, y en ella según las crónicas, San Froilán, a finales del siglo IX fundó un monasterio que llegó a albergar más de 600 monjes de ambos sexos. Existe una Biblia mozárabe conservada en la catedral de León, a través de la que se puede deducir que aquí existió un "escriptorium" (biblioteca) donde se copiaron e hicieron numerosos "Beatos", obras en las que intervenían calígrafos y pintores que decoraban los códices, muchos de los cuales nos han llegado y se pueden ver en la Biblioteca Nacional de Madrid o en muy concretos archivos. La villa está muy relacionada con los antiguos reyes de León de la Reconquista. En el siglo XVI tuvo un convento con un célebre colegio, dirigido inicialmente por los monjes jerónimos y después por los dominicos, en el que se enseñaba latín, arte y teología, quiénes, estos últimos, lo dirigieron hasta una de las desamortizaciones del siglo XIX (1.835). Según el Censo de Floridablanca (1.787), tenía una población de 293 habitantes. Durante la Guerra de la Independencia (1.808-14), sufrió los rigores, como el resto de la provincia, de las tropelías de la soldadesca francesa. Naturales de esta villa han sido, el poeta y escritor León Felipe (1.884-1.968) y la maestra, periodista y escritora, Manuela Vicente Ferrero (1.904-1.999), considerada inventora del "Día del Padre" en España.

Inicialmente fue una localidad de señorío hasta que Carlos I, en el año 1.541, constituyó el Marquesado de Tábara, en favor de Bernardino Pimentel y Enríquez, señor de Villafáfila, quien, por razones de parentesco tanto él como sus sucesores, terminarían enraizando, entre otros, con los condes de Benavente, condes de Alba de Liste, duques del Infantado y, finalmente, con los duques de Osuna. Dentro de esta saga de títulos se halla, Mariano Téllez-Girón y..... (siglo XIX), XIV marqués de Távara, conocido como "el Gran Duque de Osuna" por los más de cuarenta títulos que reunió en su persona. Desde aquella fecha de su creación (1.541) hasta la actualidad van veintiún marqueses, ostentándolo en la actualidad por segunda vez (desde 2.014), Íñigo de Arteaga y Martín, al fallecer su hijo del mismo nombre y experto piloto, en un accidente de aviación en la localidad toledana de San Pablo de los Montes, cuando iba acompañado de una pareja de amigos. Estos personajes que reunían en su haber títulos muy diversos (condes, marqueses, duques) han constituido una de las familias más aristocráticas de España y han tenido siempre un elevado patrimonio con gran número de propiedades por todo el país, pueden servir de ejemplo: palacio del Infantado en Guadalajara, palacio de Lazcano en Guipúzcoa, castillo de Manzanares el Real en Madrid, castillo de Calahorra en Granada, castillo de Monclova en Sevilla, amén de otras residencias familiares. En realidad, con el paso de los años y especialmente, por la evolución social sufrida en Europa con el Fin del Antiguo Régimen, en general estas Casas conservan su prestigio social y familiar, sin embargo, su poder económico ha decaído enormemente. Un estudio histórico sobre la nobleza de nuestro suelo lo podemos ver en la obra de Enrique Fernández-Prieto Domínguez, publicada en Madrid en el año 1.953, con el título "Nobleza de Zamora", además de la clásica obra "Elenco de Grandezas y títulos Nobiliarios Españoles", publicada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.