Ha sido casi milagro que el bloqueo en la nieve de miles de personas en la AP-6 durante toda una noche y su mañana no haya dejado víctimas. En el suceso seguramente se ha producido un fallo multiorgánico, que afectará al sistema privado de la autopista, a distintos servicios del sistema público, a la coordinación y a la cúpula de mando. Se cruzarán culpas y disculpas, se pedirán cabezas, competirán versiones y, al final, se olvidará. El problema es que ese olvido asegura una repetición de los hechos. Empeñados siempre en buscar la culpa o en eludirla, los hechos se ponen al servicio de ese empeño. Sin embargo el relato de los hechos es fácil de hacer: basta con que alguien con autoridad para obtener información y con total independencia, lo haga, minuto a minuto, servicio a servicio, comunicación a comunicación, reunión a reunión, actuación a actuación. Luego se cuelga en la red.