Pues nos dicen, y nos lo dicen desde Palencia, su Unión de Consumidores, que en Zamora cada persona gastará estas Navidades una media de 544 euros. Mucho parece, aun teniendo en cuenta que estamos en un mes de paga doble. Que si las comidas extraordinarias, que si los regalos, que si los juguetes de la gente menuda, que si la lotería del gordo y del niño, que si la diversión añadida, entre unas cosas y otras, la tarjeta de crédito queda temblando y en las últimas. Pero ojalá sea verdad y se pueda gastar eso y más, señal de que las cosas irían como dice el Gobierno que van: bien, aunque lo diga mirando para otros lados.

Porque para austeridad, en estos últimos tiempos, ya tenemos la del Ayuntamiento de la capital, que se fijó el ahorro del dinero público como una de sus primeras metas y objetivos. Y a fe que lo esta logrando. Lo cual como que no gusta a todos. Y en la calle, junto a la iluminación navideña, de pocos arcos y contadas luces, no cesan las críticas, algunas bien intencionadas y otras no tanto, dando su obvio matiz político. El alcalde saca pecho porque los adornos y ornamentos luminosos apenas si suponen un presupuesto de poco más de 20.000 euros, cantidad que estima apañada y suficiente para una ciudad pequeña, y que en todo caso, argumenta Guarido, puede ampliarse todo cuanto se desee, como ya viene ocurriendo, por parte del comercio local toda vez que el Ayuntamiento no se aparta de colaborar con el gasto haciéndose cargo del recibo de la luz. Al parecer, es lo que se hace en las vecinas capitales de mayor presupuesto en este apartado: una aportación tanto de dinero público como privado, y eso ocurre sin ir más lejos en Valladolid y en Salamanca y en muchos otros sitios. La verdad es que sí, que de momento al menos, resulta un tanto menguada la iluminación de este año, secuela tal vez de los ahorros obligados que se impusieron en los tiempos de la crisis, así como del recibo de la luz que el Gobierno nunca logra frenar. Y la verdad es también que sí, lo mismo, que cuando vienes de otras ciudades y llegas a Zamora y ves estos arcos de candelillas puede que cualquiera se deprima. No hay que pasarse, pero hay que saber llegar. En este caso, demasiada austeridad y pocas luces.

Pero si la iluminación no gusta, aunque resulte digna, hay otros ahorros que si que gustan, como los que acaban de ser dados a conocer por el alcalde. Por ejemplo, que el coche oficial del Ayuntamiento, uno para todos, solo gastó el año pasado 7.500 euros, y la mayoría en el taller, porque su uso es ahora muy estricto. No como antes, y no hace falta señalar. Quien si que señala, sin embargo, es Guarido que cita el tema de los gastos protocolarios, que si con Vázquez, del PP, en la Alcaldía llegaron a los 130.000 euros anuales han disminuido ahora a 4.300. De la publicidad institucional se ha prescindido y la institución municipal solo anuncia actos concretos de interés general. Lástima que el capitulo de gastos se tenga que ensanchar con esos cargos de confianza de los partidos políticos presentes en la Corporación, que suponen 200.000 euros al año. Y pensar que antaño los ediles trabajaban gratis por su ciudad.