Los cinco balones de oro alineados uno junto a otro eran la proclamación de lo que luego él mismo reconocería: Cristiano Ronaldo es el mejor futbolista. Dedicó el nuevo galardón, que le hace justicia, a la afición del Real Madrid, en una tarde de sábado como las de antes, con el estadio lleno a las cuatro de la tarde. Pero con dudas y temores porque lesiones y sanciones habían dejado en blanco al cuadro del mismo color. Cristiano y el resto de sus compañeros se encargarían de cerrar con una mano de oro, una goleada de medio partido, lo que con oro comenzó.

No es el astro portugués el único que está batiendo todos los récords habidos y por haber, dado que en el independentista Barcelona se cuenta con un competidor formidable: el argentino Messi, que le iguala en balones de oro, un auténtico, indiscutible emperador del gambeteo, la precisión y el tiro fatal, un jugador que como Ronaldo en el Madrid se basta en ocasiones para resolver un match, y a los que todos los clubs mas poderosos y ricos del mundo quisieran tener al precio que fuese.

El debate y la polémica sobre quién de los dos es mejor no terminará nunca, porque aunque con estilos distintos y resultados similares, indices explosivos de eficacia tanteadora en ambos casos, son los mejores con mucha diferencia sobre los demás de antes y de ahora. Para los barcelonistas e incluso para muchos que no lo son, Messi es el numero uno. Para los madridistas y para muchos que no lo son, el líder incuestionable es Cristiano. Son dos ídolos del fútbol, que arrastran admiración por los cinco continentes. En Ronaldo se ve al jugador más completo que reúne en su juego todas las facetas decisivas del futbol: regate, velocidad, sentido de la posición y de la jugada, y remate tanto con la cabeza con los pies. El futbolista total, avalado por los títulos que así lo confirman. Verle jugar a él y lo mismo pasa con Messi puede ser todo un espectáculo, aunque tampoco siempre.

Los baches y las rachas suelen ser inevitables en todos los jugadores y en todos los equipos y con ello hay que contar. Luego está el paso del tiempo, que también influye, lógicamente, al ir mermando sus facultades. Tanto Cristiano como Messi han pasado a veces por momentos más apagados en su carrera, pero su amor propio, su afán de triunfo y su calidad, les lleva siempre a la superación. Por encima de lógicas rivalidades deportivas, los aficionados han de alegrarse de que la Liga española cuente con dos futbolistas de esta enorme categoría. inalcanzable para el resto.

Que Cristiano Ronaldo es el mejor fue la apuesta de fe y corazón que el Madrid se impuso ante un Sevilla viejuno al que sacudió a placer, con el regreso goleador del portugués que volvió a marcar por partida doble culminando su estela anotadora de la Champions. El equipo campeón de Europa también regresó, y a base de dejar en el banquillo al lento Isco que ralentiza y entorpece el juego que debe ser siempre rápido y fulgurante de los blancos, hizo un primer tiempo en el que recordó las más puras esencias del que es también el mejor club del mundo, como Cristiano, su estrella.