El 'black Friday' ha sido del todo irregular. Muy flojito por regla general según un buen número de comerciantes. No se puede generalizar porque mientras unos no se estrenaron, otros vendieron poco o casi nada por lo que no les compensó el esfuerzo, unos pocos hicieron una buena caja. Se cuentan con los dedos de una mano. Este invento yanqui que hemos adoptado y adaptado como nuestro, debe de funcionar muy bien en el País del Tío Sam, en las grandes capitales españolas y en las grandes superficies, pero no tanto entre el pequeño comercio, el comercio tradicional que es al que hay que ayudar, que es al que hay que defender con uñas y dientes para que no se cierre un solo establecimiento más en Zamora.

Los comerciantes zamoranos, y he hablado con un buen número de ellos, tienen puestas sus esperanzas en la campaña de Navidad. Impensable para la mayoría hacer contratos ni si quiera temporales. Los de ropa son los que más han sufrido al anticiclón. No se han vendido apenas abrigos y tienen las colecciones casi intactas. A partir de ahora, si el termómetro empieza a bajar es cuando piensan hacer caja. Ni la meteorología colabora con ellos. Todo parece ponérseles en contra. Y a veces cunde la desesperación.

No es necesario realizar costosas campañas que se llevan por delante un dinero importante y que pocas veces surten efecto o tienen un efecto muy limitado, con la caducidad tan cerca que no da tiempo a reaccionar. Tampoco ha quedado demostrado que hayan sido la panacea. La mentalidad debe ser otra muy distinta. Hay provincias limítrofes donde la cosa funciona de otra manera y todo el comercio saca la necesaria rentabilidad. Esto del black friday comenzó hace algunos años en Zamora con una fuerza y una alegría descomunal y se ha ido desinflando conforme la realidad se ha impuesto. El black friday que ha conquistado al comercio global debería ser un día absolutamente relevante, pero no lo es o lo es a medias. Poder facturar en cantidad antes de la campaña navideña sería lo bueno. Ignoro si es bueno o malo traer días comerciales desde otras partes del mundo. Es un fenómeno que ya no es novedoso, pero no deja de ser sorprendente la poca capacidad de nuestros creativos publicitarios, incapaces de introducir y fomentar algo con marchamo español que se pueda exportar. Los chinos tienen su "Día de los solteros" que el gigante asiático está impulsando más allá de las fronteras chinas para convertirlo en algo global. Lo conseguirán. Y España o algún que otro país europeo que no sea del orbe anglosajón, ¿qué?

El viernes negro lo ha sido para un buen número de comercios zamoranos que han visto pasar las horas sin que la caja se moviera más de lo habitual. Y eso a pesar de los descuentos. Hay que innovar. No hay que inflar el globo porque con eso sólo se logra confundir a la opinión pública. Y la opinión pública está más que harta de que la engañen, la manipulen, la manejen y le falseen la realidad. Enhorabuena a todos aquellos a los que les ha ido bien. Por quienes lo siento es por los que se han quedado como estaban sufriendo en sus propias carnes, entendiendo por tal la caja, un Friday very, pero very black de verdad.