El Partido Popular y Ciudadanos, entiendo que con buen criterio, querían realizar cambios en la Inspección Educativa con el fin de combatir mejor el adoctrinamiento en las aulas, que siempre se produce desde el lado independentista. Educar en la mentira y en el odio a España y a los españoles, es algo que se venía haciendo de forma cotidiana en las ikastolas vascas y en los últimos tiempos en las 'escolas' catalanas donde el 'procés' entró a saco. No se trataba de "recentralizar" la escuela, se trataba de evitar ese mal mayor que se viene produciendo y que hemos tenido oportunidad de ver y escuchar horrorizados a lo largo de ese tiempo largo de denuncias por parte de padres preocupados por la deriva de la educación en Cataluña.

Pues bien, PSOE, Unidos Podemos y los partidos nacionalistas, han rechazado la propuesta de ambos partidos, haciendo un frente común y acusando a PP y Ciudadanos de poner en peligro la continuidad del pacto de Estado y de querer crear una "policía política". Una barbaridad como una mesa de billar. De los partidos nacionalistas no se puede esperar otra cosa, cuanto más puedan manipular y manejar el cotarro de la educación, mejor para ellos y sus intereses. Podemos va a su bola que siempre es la contraria a la del Gobierno y el partido que lo sustenta, sobre todo tratándose del PP. Lo que no deja de sorprender es que el PSOE, un partido con sentido de Estado, que ha gobernado España y que en algún momento también ha denunciado el adoctrinamiento en las aulas, se haya sumado a la caterva podemita y alineado con los nacionalistas entre los que hay más independentistas de lo que parece.

La consecuencia lógica es que al PSOE de Sánchez le parece bien el adoctrinamiento en las aulas, que no es un invento nacional, sino una práctica nacionalista de la que Mikel Iceta sabe bastante. Sólo que con Iceta nunca se sabe si va o si viene. Cuando se le hincha la vena catalana puede incluso desvariar. Menos mal que luego tiene capacidad para encarrilarse. Parece mentira que Sánchez caiga en las trampas que permanentemente tiende el independentismo y muy especialmente en las trampas de Podemos que sigue mirando hacia la yugular de Pedro Sánchez por si en algún momento de flaqueza Pablo Iglesias puede hincarle su colmillo retorcido.

Si las autonomías cumplieran la parte del currículo estatal, todo lo relacionado con la ordenación del sistema educativo que fija el Gobierno central, sea el que sea, así como los derechos lingüísticos de las familias, no cabría aplicar aquello de 'cada maestrillo tiene su librillo' porque habría un libro común sin lugar para experimentos de adoctrinamiento. Si la 'Alta Inspección' funcionara correctamente y tuviera la capacidad de supervisar los libros de texto, mejor irían las cosas para los que juegan a dividir en lugar de sumar.