Efectivamente, hay que ser muy indiseable, pero un indiseabler redomado, para alegrarse, para reírse de la muerte de un ser humano y encima hacer escarnio en las redes sociales. Los indeseables suelen burlarse de los que no son como ellos, de los que no piensan como ellos. Los indeseables están esperando el menor percance para saltar como hienas sobre sus presas. Y lo mismo les da tirarse a la yugular de un niño con una enfermedad terminal, que abalanzarse sobre un torero en el momento tremendo de la cogida, que mofarse de la muerte del Fiscal General de Estado. Son capaces de hacer burla de cualquier ser humano de ideología y de fe distinta por el mero hecho de hacer daño, cuanto más, mejor.

La noticia de la muerte repentina del Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, en una clínica de Buenos Aires, donde había sido hospitalizado como consecuencia de una infección de riñón que al parecer se complicó, nos sorprendió a todos. Maza se encontraba participando en la Asamblea de Ministerios Públicos Iberoamericanos que se celebraba en la capital de Argentina. Su fallecimiento, descabeza la Fiscalía, en un momento clave, cuando están sobre su mesa de trabajo casos de relevancia, como las causas abiertas en el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional contra los miembros del cesado Gobierno catalán y la Mesa del Parlament. Sabido es que Maza se había convertido en el ariete contra el procés, contra los independentistas.

Pues bien, para no variar, no se vayan a desacostumbrar, el dirigente de Podemos en Cataluña, Cristian Fernández, miembro de la Comisión de Garantías, compartió en su perfil de Twitter una imagen de dos copas en señal de brindis junto a la información de la muerte del Fiscal General de Estado. No conforme con eso, volvió a la carga escribiendo: "Muere un represor y no podemos hacer sátira. Volvemos a tiempos oscuros?" "El karma es jodido" redactó a renglón seguido. ¡Tiene cullons! Está gente no olvida a Franco. Lo tienen las 24 horas del día en su pensamiento. Muchos de ellos ni lo conocieron, pero qué más da. Los abuelos y los padres de algunos y algunas como Marta Rovira, la líder de Esquerra Republicana de Cataluña, fueron alcaldes franquistas y eso debe dejarles una señal como grabada a fuego lento.

Esto que está sucediendo en las redes y que nada tiene que ver con la libertad de expresión, se tiene que acabar. Hay que ir de frente y por derecho contra los que ofenden gratuitamente, contra los de las fobias personales, profesionales, ideológicas o de fe. Las juventudes de la CUP también se han empleado a fondo, pues bien, contra unos y contra otros, hay que actuar de inmediato señor ministro del Interior. Vale ya de avisarles, pase a la acción de inmediato. Para respuesta valiente la de la Guardia Civil, ante quien me descubro una y mil veces: "Alegrarse de la muerte de una persona igual no es delito, pero demuestra más mezquindad, bajeza moral y estulticia que ideología".

Hay que ser muy indeseable para reírse del dolor ajeno. Ha muerto el señor Maza, pero no el Fiscal General del Estado. A lo mejor no han caído en la cuenta.