Cuando se juntan en Zamora 150 personas de todos los ámbitos profesionales, artísticos y empresariales arropados por las principales autoridades institucionales, es que algo gordo pasa.

Y vaya si pasa. Es más, se han juntado porque no pasa nada.

Nada de tantas promesas relegadas años y años o directamente incumplidas. Promesas de realización a cuantos proyectos se han presentado.

Que nadie piense que Zamora 10 ha inventado nada, simplemente ha reunido fuerzas y voces cualificadas para decir alto y claro que son muchas las acciones que se necesitan para que nuestra provincia no muera de inanición. Porque esta situación se lleva viendo venir desde hace muchos años. Desaparición de comerciantes, desaparición de organismos importantes, grandes empresas que cierran sus puertas, ninguna nueva inversión.

Todo esto en una ciudad y provincia en la que ya nada sobraba, en la que ya hace años los índices económicos nos ponían a la cola de cualquier lista.

Se alzaron algunas voces y fueron tachadas de alarmistas y pesimistas. Pero el declive seguía inexorable su camino.

Luego han venido sucesivas crisis que si han puesto a las grandes ciudades en graves problemas, a las pequeñas como la nuestra la han dejado en coma económico.

Por eso, 150 personas, ¿son muchas o son pocas?

Son todas las que hoy están comprometidas y otras muchas que se unirán. Y la postura general la misma: "Esto se hunde y sólo nosotros podemos salvarlo". "Es el último tren que pasa y no podemos dejarlo marchar", "las administraciones tienen que ver nuestra situación que es la suya", "es la primera vez que vemos tanta unión en Zamora"...

Voces cualificadas decimos, mentes lúcidas en sus respectivos cometidos puestas al servicio de un futuro incierto.

Ahora vemos que por ellos no va a ser. Todos están dedicando horas y días a estos proyectos sin reparar en nada más que en el bien común. Reuniones en las que cada uno pone su punto de vista, su manera de ver las cosas y sus posibilidades de realización.

Con estos mimbres estamos seguros de hacer buenos cestos. Sólo hace falta que las administraciones pongan de su parte lo que tienen a su alcance: financiación proporcional y apropiada que sea el cauce por el que discurran cada uno de los proyectos.

(*) Presidente de CEOE-Cepyme Zamora