Francisco López de Villalobos nació en la provincia de Zamora (1473), tal vez en Villalobos, lugar de donde tomó su apellido y con el que habría de ser conocido. Murió en Madrid en 1.549. Perteneció a una familia de médicos que estuvieron al servicio de los marqueses de Astorga, quienes bajo su mecenazgo hizo, al parecer, la carrera en Salamanca. El ejercicio profesional lo inició en Zamora en 1.498. Su origen judío, aunque luego se convirtió al cristianismo (converso), le ocasionó dificultades en la vida profesional como el mismo admitió y escribió en una de las cartas latinas. Su privilegiado puesto como médico de la alta nobleza, despertó envidias, por lo que fue acusado de emplear maleficios y al ser perseguido, fue encarcelado por el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. A los ochenta días salió libre de la cárcel, muy probablemente, gracias a las amistades que tenía en la Corte. En 1.507, figura incorporado al séquito del Duque de Alba, Grande de España, al que también sirvió. Por la influencia que ejerció sobre él su amigo Don Fadrique Enríquez, Almirante de Castilla, aficionado a los trabajos literarios, Villalobos también se dedicó a ellos.

Servir a nobles de elevada alcurnia, permitió a Francisco López encumbrarse al elevado puesto de médico real. Su cometido lo ejerció primero en el palacio de Fernando el Católico, pasando más tarde, al de Carlos I (1519). Su primer título de "físico y doctor" de la Corte Real está fechado en Burgos el 9 de Junio de 1.508, con un sueldo de 30.000 maravedíes. Cuando falleció Isabel de Portugal, esposa de Carlos I, estuvo atendiendo a la reina en el lecho de muerte. Siempre tuvo un gran renombre entre los monarcas y la nobleza. Ser médico real no sólo le permitió disfrutar de unas elevadas rentas sino también de una gran influencia en la Corte. De ello alardeaba muchas veces de forma jactanciosa ante los nobles. Su salida de Palacio debió tener lugar hacia el año 1.542. Ya anciano se casará por segunda vez con una mujer joven dedicándose a partir de ahora a escribir con mayor intensidad y a seguir con su vocación de médico. Nos dice poco antes de fallecer, en una de las églogas donde hace el balance de su vida, que estuvo en la corte durante más de cincuenta años, aunque parecen muchos. Indica que ha procurado conservar la salud de muchos de los grandes príncipes, que todos sus conocimientos los adquirió estudiando mucho y dejando de dormir muchas horas ¡Palabras que le honran y dignas de ser imitadas! En los escritos, de sus últimos momentos de vida, dice que "sus ojos no ven, que sus oídos no oyen, que no tiene dientes para comer, -incluso -que los años han dado lugar a que la larga barba ande por los suelos".

Obras que escribió de temas médicos son: "Sumario de Medicina", que es una recopilación en castellano de carácter didáctico, de las muchas observaciones que realizó durante los estudios universitarios, fue publicada en 1.498, y "Congresiones" que lo fue en 1.514. En el tratado que redactó sobre lo que llama "pestíferas bubas", se presenta como uno de los primeros descriptores de la sífilis. De carácter literario nos ha dejado "Los problemas", varias poesías y un epistolario compuesto de 11 cartas latinas y 47 castellanas (fechadas entre 1.489 y 1.549). De una selección de sus obras hizo una edición, en 1.886, la "Sociedad de Bibliófilos Españoles". Antonio Mª Fabié Escudero, intelectual sevillano y ministro de Ultramar del siglo XIX, escribió sobre él la interesante obra "Vida y escritos de Fco. López de Villalobos", publicado en Madrid en 1.886.