Hija de Sancho IV el Bravo y de María de Molina, nació Beatriz en Toro el año de 1293.

Cuando Beatriz tenía apenas cuatro años de edad, se firmó el tratado de Alcañices entre Castilla y Portugal que ponía fin a las hostilidades entre ambos reinos y fijaba las fronteras. Suscribieron el Tratado la Reina María de Molina y el Rey Dionisio I de Portugal. Para reforzar la paz y aproximación entre ambos reinos, como parte del acuerdo se trataron los matrimonios de Fernando IV con una de las hijas del rey portugués, la infanta Constanza de Portugal, y también el matrimonio de un hermano de Constanza con Beatriz, hermana de Fernando IV.

En ese mismo año, la infanta Beatriz abandonó la Corte Castellana y se trasladó al reino vecino donde se crió en la Corte del rey Dionisio con su prometido el Infante Alfonso, que en esas fechas tenía alrededor de seis años de edad , Se respiraba un ambiente de cultura en la Corte portuguesa, ya que su futuro suegro había heredado de su abuelo Alfonso X de Castilla el gusto por las letras, la literatura, la poesía y el arte "trovadoresco". En la Corte lusitana se encontraban dos de los hijos ilegítimos del rey Dionisio que también fueron importantes figuras en el panorama cultural del reino lusitano: Pedro Alfonso de Portugal, Conde de Barcelos, poeta y trovador, y Alfonso Sánchez, hijo predilecto del frey Dionisio y célebre trovador.

Después de la firma del Tratado de Alcañices, a su regreso a Portugal, el rey Dionisio entregó a su futura nuera la carta de arras que incluían los señoríos de Evora, Vila Vigosa, Vila Real y Vila Nova de Gara que generaban una renta anual de seis mil libras de moneda vieja portuguesa. Ya después de su matrimonio, estos señoríos fueron incrementados con más propiedades.

En 1321 recibió de su marido, que aún no había llegado al trono, Viana de Alentejo y ptras muchas localidades del reino.

En la carta de donación decía que lo hacía "Consirando a muita criaçon que me a raynha dona Beatriz mjinha madre fez e como me foy sempremuy verdadeira amiga en todos meus fectos"

El matrimonio no se celebró hasta 1309 cuando Alfonso tenía dieciocho años y Beatriz dieciséis. Fue un matrimonio feliz y tuvieron siete hijos.

Beatriz fue una reina conciliadora, aunque sus esfuerzos para intentar acuerdos que restablecieran la paz entre los reinos de Portugal y Castilla no fueron fructíferos cuando los enfrentamientos de 1336 a 1339