Alfonso de Zamora era de origen judío, nació en la ciudad que lleva su apellido en 1472 y murió en Alcalá de Henares (Madrid) hacia 1548. Su padre fue un conocido rabino de la capital que ejerció también, como lo haría su hijo Alfonso en su juventud, el oficio de zapatero y tenía el taller en la calle de la Zapatería. Durante la permanencia con sus padres vivió en la afueras de las murallas de Zamora. Acudía a las dos sinagogas que había en la ciudad situadas, al parecer, una, en el cruce de la calle de las Damas con la Rúa de los Notarios, y la otra, la de los Barrios Bajos frente al Duero, en la calle de los Baños, que era la que más frecuentaba. En ellas se rezaba en castellano. Se ignora la fecha de conversión al cristianismo, que se efectuó a la vez que la de su padre, pero, indudablemente, tuvo que ser antes del decreto de expulsión de los judíos por los Reyes Católicos (31 de Marzo de 1492) y, aunque converso, se le ha considerado un cristiano sincero. Fue feligrés de la iglesia de Sta. María de la Horta. La aljama de Zamora donde nació, fue de las más numerosas en población y ricas económicamente. Aquí vivieron judíos muy cultos y autores de numerosos libros. En esta ciudad el ambiente no fue muy hostil para los judíos, salvo algún caso aislado. Cuando tenía 20 años ya llevaba tiempo frecuentando las escuelas y realizando los estudios hebraicos. Su interés por la cultura le permitió conocer la trayectoria histórica sufrida por las gentes de su raza y además, los males que sufrían en aquellos momentos en Castilla y León, por los sermones de los párrocos y arcedianos desde los púlpitos de los templos.

En 1508, al crearse y estar vacante la cátedra de hebreo de Salamanca, se presentó en la ciudad cuando tenía 36 años. Se titulaba de "hebreo, caldeo y arábigo"; se exigían por tanto para ejercerla los tres idiomas, pero interinamente y hasta que se presentara una persona que conociera todos ellos, se le otorgó a Alfonso de Zamora, motivo por el que se le considera primer catedrático de hebreo de la Universidad salmantina. En febrero de 1510 se le adjudicó el puesto de forma definitiva con una asignación de 6.000 maravedíes anuales, cargo que ejerció durante dos años más. Poco después recibió Zamora una propuesta del Cardenal Cisneros para que fuese a Alcalá de Henares para desempeñar la cátedra de hebreo, tomando posesión de ella el día 4 de Julio de 1512. Se criticó esta actuación de concesión a un converso pero se le adjudicó por su gran capacidad para desempeñarla. Ahora se le asignaron unos haberes de 13.500 maravedíes. Ejerció el cargo de profesor hasta 1544, siendo una de las figuras más destacadas de esta Universidad. Muchos de los más doctos humanistas de la época fueron sus alumnos.

De igual forma que a otros profesores judíos conversos de la ciudad alcalaína, le contrataron para que coordinara y dirigiera la redacción de la Biblia Políglota. Se conocen seis manuscritos de su puño y letra referentes a traducciones de libros, del hebreo al latín, del Antiguo Testamento, que se hallan en la Biblioteca de El Escorial, en la Biblioteca Nacional de París y en las universidades de Alcalá de Henares y Salamanca. Al final de sus numerosas traducciones, ponía siempre su nombre y fecha de realización. Del idioma caldeo que no es otro que el arameo que habló Jesucristo, Alfonso tradujo el "Tárgum de los Profetas" al latín. Además, es autor de importantísimas obras entre ellas, "Gramática hebraica" y "El libro de la sabiduría de Dios". La mayor parte de los datos que existen de Alfonso de Zamora proceden de la obra de Federico Pérez Castro, titulada "El manuscrito apologético de Alfonso de Zamora" publicado en Madrid-Barcelona en 1950.