El adoctrinamiento que se lleva ya mucho tiempo tratando de inculcar en los menores a través de las escuelas es algo muy presente y vivo con los infinitos casos y denuncias procedentes de Cataluña donde el afán y el fanatismo independentista de algunos, que no de todos, ni mucho menos, ha acabado imponiéndose en lo educativo y en lo social, con normas y con maneras absolutamente fascistas y totalitarias que llevan a la exclusión de quien trata de resistirse. Porque el adoctrinamiento se produce mayormente a través del profesorado, que esta sufriendo, en unos lugares más que en otros, una presión de todo tipo para que así sea, como nunca había antes ocurrido en la historia del país una vez atrás los años de la dictadura y la implantación forzosa de su doctrina ideológica.

Pero ni es solo Cataluña ni es solo cuestión de enseñanza y educación, pues otras regiones se están uniendo a estos métodos reprobables en cualquiera de sus facetas. En Alicante, también a los profesores se les ha prohibido hablar español delante de los alumnos. Y en Andalucía, la Junta lleva de excursión a grupos de maestros para visitar las fosas comunes de los fusilados. Se supone que a Paracuellos no. Pero bueno, se entiende que esto es la memoria histórica, puesta en vigor en su día por el nefasto Zapatero y que la presidenta de aquella región, Susana Díaz, intenta mantener a todos los niveles posibles, además de las casas del pueblo y los centros de la mujer de los que tango hablaba en sus mitines para hacerse con la secretaria general del PSOE, un intento en el que fracasó rotundamente.

En Castilla y Leon ha surgido, igualmente, una franquicia para llevar la información sobre el sexo a la escuela, pues según sus promotores lo que ha hecho hasta ahora en este sentido es tópico e insuficiente. Hablar y explicar lo del embarazo no deseado o la posible transmisión de enfermedades sexuales, que parece lo más importante, aparte de los conocimientos naturales de la biología, resulta que no basta y que además son aspectos en los que no interviene o no suele intervenir la familia. No, lo que este colectivo, formado por sexólogos y sexólogas, pretende es abordar asuntos vinculados con los derechos sexuales y reproductivos, y sobre todo con la orientación sexual, la identidad de género, y la igualdad. Quedan muy claros sus objetivos. Acabáramos. Se les entiende todo, pero todo.

Las denuncias sobre el adoctrinamiento a los menores y al profesorado para que a su vez adoctrinen a los alumnos no cesan. Apenas la asociación Hazte oír, los conservadores de Vox, que en las próximas elecciones generales seguramente conseguirá representación parlamentaria según los sondeos, y algún grupo más, son capaces de plantar cara a este perverso nuevo orden mundial que se pretende, no se sabe bien por parte de quien ni con que fondos, aunque sí a través de quien: de los lobbies que trabajan para que así sea. Y que en cualquier caso aquí está. Junto a otros adoctrinamientos en la educación, la política, la cultura, la historia, la ideología, la ética y la familia. Apoyados por la pasividad, el buenismo, y los intereses de los partidos que ceden el paso a ese progresismo izquierdista, radical y oscuro.