N ada que ver con la España de Carlos I, ni con la guerra de Flandes que duró 80 años, ni siquiera con esa frase hecha de "Poner una pica en Flandes" que se asocia con algo difícil de conseguir. Los doscientos, o casi, alcaldes catalanes independentistas que fletaron un avión para trasladarse a Bruselas en apoyo de Puchito, en lugar de picas portaban las varas o bastones de mando propios de su cargo. Y con ellos en alto quisieron dirigir la orquesta. Sólo que el discurso de Puchito fue erróneo de principio a fin. Arremeter contra España es un error, pero hacer lo propio contra Europa es garrafal, pero lo hizo.

A los alcaldes catalanes les dieron en las narices con las puertas de la Comisión Europea y del Consejo de la UE. Querían reclamar "libertad para los presos políticos". ¿Qué presos políticos? ¿Junqueras y los Jordis? Yo creí que se trataba de sediciosos y siendo como es la sedición un delito, se trata por lo tanto de delincuentes, así que de presos políticos nada de nada. Lo cierto es que esos alcaldes brutalmente oprimidos por la maquinaria del Estado español, seres sufrientes, tiranizados por un gobierno autoritario y sojuzgados por una sociedad que no les comprende, tristes, cabizbajos y meditabundos (se iban escojonando de risa en la aeronave) se presentaron en un viaje exprés en la capital de Bélgica tras fletar un vuelo chárter desde El Prat.

Hasta ahí, allá ellos si persisten en su error, si siguen creyéndose todas las trolas sobre la idoneidad de independizarse que les ha colado Puchito. Sin embargo todos hemos venido a dar en la misma interrogante: ¿Quién pagó el viaje? ¿Corrió con los gastos la Administración Municipal o lo pagaron de su bolsillo? He ahí la cuestión de este nuevo acto insurgente. Algún que otro alcalde entrevistado alegró que cada quien se había pagado lo suyo. Pero como se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, se siguió poniendo el micrófono ante las bocas municipales que se prestaban a hablar y, mire por donde, la mayoría aseguraba que acudía al "acto" en representación de su Ayuntamiento y que por lo tanto había sufragado su billete con dinero público. Encima, con chulería.

Y ¿de qué coños están viviendo Puchito y sus consejeros 'exiliados' motu proprio? Porque, Bruselas es una ciudad cara de narices, hay que disponer de muchos dinero para vivir con una miaja de dignidad. Dudo mucho que el dinero que gastan sea de su peculio particular, o lo han trincado antes o ha salido de alguna partida presupuestaria que le han hurtado a Montoro. En realidad no es a Montoro, en realidad es a todos los españoles. Vamos a ver, si se han expatriado es porque les ha dado la gana, porque han querido internacionalizar (no están logrando nada) ese capricho que se les va a volver en contra. Nadie quiere recibirlos. Hasta el Gobierno belga se ha desentendido, sólo los independentistas, en un país tan complicado como Bélgica, se han tirado al río sin flotador.

Con mi dinero, ni agua, que beban directamente del chorrito del "Manneken pis" y si es verdad que a los catalanes lo de la pela les pone, dudo mucho que consientan este nuevo escarnio independentista. Que exijan a quienes fueron a poner una vara en Flandes de dónde sacaron la pasta para tanto como destacaron.