Leyendo antiguas noticias, de hace sesenta años, me entero de que Su Santidad el Papa concedió una condecoración a doña Victoriana Villachica, cuya distinción consistió en la "Medalla Pro Ecclesia et Pontífice". El papa otorgó este galardón atendiendo a la propuesta que hizo el Obispo de la Diócesis de Zamora , con ocasión de la visita "ad límina" realizada en noviembre del año 1957. La "Visita ad límina" la hacen los Obispos diocesanos , cada cierto periodo, para visitar la tumba de los Apóstoles, y también para informar al Papa del estado de la Diócesis que gobiernan.

Al conocerse en Roma que, en Toro, doña Victoriana Villachica había hecho importantes donaciones para los seminarios de la Diócesis, con el más generoso desprendimiento, considerando meritoria tan espléndida donación que vino a coronar sus anteriores muestras de estima y amor al sacerdocio, el Obispo vino portando la medalla y diploma que entregó a la galardonada en Madrid, ya que por su edad , doña Victoriana Villachica no podía trasladarse a Toro donde hubiera deseado realizar el acto de entrega.

Doña Victoriana Villachica fue una integrante de la conocida familia de la alta burguesía toresana. Sus antepasados, que vivían en Madrid, poseían la dehesa de San Andrés, en Toro. Don Luis Villachica había elegido, como lugar de residencia habitual, la dehesa toresana, acondicionándola a su gusto y dirigiendo los negocios desde ella.

En la provincia de Zamora, la familia Villachica tenía propiedades en Zamora, Tardobispo, Valcabado, Cubillos, Carrascal, Peleas de Arriba, Peleas de Abajo, Bamba, Montamarta, San Cebrián de Castro, Fontanillas de Castro, Castrillo de la Guareña, Villalba de la Lampreana, Villarrín, Bóveda de Toro, Villabuena, Gema, Madridanos, Torres del Carrizal, Fresno de la Rivera, Coreses y Toro.

Don Luis Villachica permaneció soltero, aunque mantuvo una larga relación con una sirvienta llamada Martina Murgoitio. De esta relación, Martina quedó embarazada en 1869 y el 12 de enero de 1870 nació Victoriana-Benita, que fue criada en el País Vasco en casa de una hermana de Martina, María del Carmen Murgoitio.

Hasta el 25 de mayo de 1903, don Luis Villachica no había reconocido la paternidad de Victoriana; fue en aquella fecha cuando firmó el documento reconociendo a su hija natural; cuando Luis Villachica reconoció a Victoriana, tenía setenta años.

Martina Murgoitio falleció en 1910 y Luis Villachica en 1920. Victoriana se quedó sola y se convirtió en una mujer acaudalada. Se dice que se convirtió en un personaje huidizo y extraño, que vivía en su casa de Toro sin luz eléctrica, recluida en las habitaciones de la casa.

Murió a los noventa y un años en Madrid, el 3 de diciembre de 1961

Fuentes: Diario Imperio y Paloma Esteban Calonge