Es la economía, estúpido! Tras el no referéndum del 1-O y antes de la no proclamación de la independencia de Cataluña y de la asombrosa aparición del presidente del Gobierno -fenómenos todos ellos que como "as meigas, no existen pero haberlas haylas"- las empresas y los grandes bancos se han ido fuera del país catalán, creando un clima de preocupación en la sociedad mucho mayor que el de la guerra de banderas que se libraba en la calle. Sólo se han trasladado las sedes sociales y de momento sólo afectará a los impuestos locales, pero la posibilidad de perder miles de puestos de trabajo supone una amenaza mayor para el "procès" que el artículo 155 de la Constitución al que le pasa lo contrario que "as meigas", que existe pero nadie sabe para qué ni qué dice, "o diu".

¡Es el capitalismo, estúpido!

Por eso no hay que hacerse muchas ilusiones de que las empresas y los bancos que huyen recalen en Zamora, aunque no será por falta de tierra y algo menos de agua este año. Las empresas y los bancos no se mueven por sentimientos nacionalistas ni banderas, sino por el interés, o sea "la pela es la pela" en catalán. Se trata del capital internacional y sin fronteras que se mueve sin más que darle a la tecla de un ordenador. Nada que ver con los trabajadores cuando tienen que emigrar en busca de trabajo, que son los que ayer, hoy y mañana tienen miedo y "tenen por" en todo el mundo. Porque son la misma clase obrera.

¡Es la corrupción, estúpido!

De repente se ha borrado la indignación por la corrupción política de los dos grandes partidos que gobiernan en España y en Cataluña, con decenas de imputados o como quiera que se llame ahora a los que entran y salen de los juzgados, acusados de haberse lucrado con el dinero público o de haber favorecido a los amigos. Alguna referencia se hace desde los partidarios de banderas, senyeras y esteladas a la corrupción de los contrarios, pero muy pocas. El nacionalismo de banderas está sirviendo para olvidar las banderías de la tribu de los sobres del PP, y el "tres per cent" de CyU, antes del DIU.

¡No es la Constitución, estúpido!

Los que se rasgan las vestiduras con la defensa de la Constitución, aunque algunos son herederos políticos de Alianza Popular que votó "no" al texto legal, la reformaron en su artículo 135 para poner al soberano pueblo español en manos del Capital, y pagar la deuda pública antes que sufragar los derechos de los españoles. Ahora vuelven a ponerse de acuerdo en cambiar la Constitución ¿Hacia dónde?

¡No es el DUI, estúpido!

Claramente el President Puigdemon ha dado un paso atrás para cambiar el DUI (Declaración Unilateral de Independencia) por el "diu", que es hablar tal y como sabemos por los chistes de Eugenio. Y la descongelación lenta del Artículo 155 de la Constitución, parece que puede ir encaminada también al diálogo por parte del presidente Rajoy: "¿Sabes de aquél que diu, dice??".

¡No es la bandera, estúpido!

Porque abrazar banderas no garantiza un trabajo ni un plato de comida caliente en casa, ni una casa siquiera. Y sin trabajo, sin casa, sin comida? de qué país somos, ¿de qué patria estamos hablando?: ¿de donde naces, de donde paces, de la frontera que no te dejan atravesar para sobrevivir a una guerra entre tus paisanos, para comer tú y tus hijos?

Alguien está haciendo negocio con las banderas, amigos. Pero yo quería hablar de las banderas que unen y no las que nos dividen. En cualquier caso todas servirán al menos para echárselas a la espalda y protegerse del relente otoñal. Menos la de Zamora, que hasta para esto somos especiales, porque está hecha de jirones de denominación de origen.

¡Cómo van a venir las empresas a Zamora si la bandera construida batalla a batalla parece rota!