P ues claro que estamos con vosotros, con la Guardia Civil de Zamora y provincia y con la Guardia Civil de toda España. Los que por tierra, mar y aire, garantizáis nuestra seguridad, nos protegéis, nos socorréis y nos echáis un capote cuando lo necesitamos, en los momentos duros, difíciles, críticos del accidente, de la inundación, del fuego, del atraco, de tantas adversidades como ponen a prueba nuestra entereza en la vida. Os recuerdo en tantos momentos. Me viene a la memoria aquel día que la Guardia Civil sacaba de un apuro gordo en las carreteras vascas a los mismos abertzales que horas antes habían insultado a la Benemérita.

Y siempre estáis ahí, para lo que necesitemos los ciudadanos. Aun cuando vais de paisano, no dejáis en casa el espíritu de servicio que os hace grandes a los ojos de cuantos os admiramos, valoramos y queremos, que somos la mayoría ciudadana. Nada que ver con los cuatro perro flautas que andan errados por la vida, que andan pidiendo la abolición de vuestro Cuerpo, que mienten más que hablan sobre la esencia y la importancia, ayer, hoy y siempre, de la Guardia Civil.

Hoy es el Día de la Hispanidad. El día en el que la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, haciendo gala de la deslealtad que acredita, ha cedido un espacio municipal para un acto en contra de la celebración. Hoy es también "la Pilarica", la Excelsa patrona de la Guardia Civil, la bendita Virgen del Pilar que os ha protegido, a pesar del intento de humillación, en esos días de acoso físico y mediático a que fueron sometidos vuestros compañeros desplazados a Barcelona y con ellos la Policía Nacional. Y no había un plan para impedirlo. Pero ahí estaba la inmensa mayoría de la ciudadanía española y por ende catalana para deciros, para gritar a los cuatro vientos, "no estáis solos". Os queremos y os necesitamos más que nunca. Nunca os marchéis de nuestro lado, de los pueblos, de las ciudades, de la carreta, de los puertos y aeropuertos, del mar y del cielo.

Permaneced con nosotros, entre nosotros, en buena vecindad como así ha sido siempre. Vosotros no sois el problema. Nunca habéis sido un problema. Individual y colectivamente habéis dado lo mejor de vosotros mismos, de todos y cada uno por hacer cada día una España mejor. Su dignidad y su ejemplo nunca fueron en balde. Con su espíritu de sacrificio ayudaron a asentar los cimientos de la Democracia y a garantizar, aún a costa de su propia vida, la seguridad y el bienestar de los españoles, de todos los españoles.

Hoy es vuestro día y sólo que por eso y para no perder la costumbre, quiero felicitaros y pedirle a la Pilarica que os siga protegiendo. Que sigáis creciendo en humanidad y servicio a la patria y a los ciudadanos. Muchas gracias por todo.