Fermoselle fue la antigua y romana ciudad "Ocila", dentro de la región de los "Caliacos". De aquí pudo haber salido el apodo con el que se suele llamar a sus habitantes, "los follacos". Se supone, no obstante, que la villa es mucho más antigua y que fue fundada por los celtas.

Se encuentra situada cerca de la confluencia del río Tormes con el Duero, encajados entre enormes roquedales, con una altitud de 690 metros, si bien el pico de Carbellino llega a los 754 metros.

Hablar de estas tierras es introducirse en los Arribes del Duero, cuyo trayecto total es de algo más de 100 kilómetros, incluyendo la zona de Salamanca. Toda su extensión es de una gran atracción para el deporte y el turismo. Antiguamente estaba su suelo repleto de arbustos, sobre todo de jaras, debido a las características del terreno. También por este motivo los habitantes de los pueblos limítrofes llamaban a los fermosellanos "jariegos".

Los fermosellanos con su personalidad, grandes trabajadores, honrados y luchadores, cambiaron las jaras y arbustos por viñedos, olivos, almendros y toda clase de frutales, que aumentaron la belleza y la riqueza agrícola de los Arribes, siendo el sustento económico principal de sus habitantes. Pero la desgracia apareció en el mes de agosto de este año, cuando se celebran las fiestas veraniegas, pues alguien, mal nacido y criminal pirómano, ha querido matar a los Arribes, provocando incendios en plena noche con diversos focos prendidos en distintos puntos, según las declaraciones de distintas autoridades de la provincia y de Fermoselle. Los Arribes están heridos de muerte, muy probablemente, por las manos asesinas de pirómanos. Su vista es de gran tristeza y desolación. Mi olivo, plantado con mis manos cuando yo tenía 12 años, está totalmente calcinado, hecho cenizas, al igual que toda la zona.

Se han quemado más de 3.000 hectáreas. El esfuerzo de muchísimos años de los fermosellanos se ha venido abajo. Toda su riqueza se ha perdido en unas horas.

LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, en su editorial del 16 de este mes de septiembre, expone, de manera magistral, todo lo que ha sucedido y está sucediendo, y sus consecuencias para la población de las zonas quemadas, por lo que no es necesario que nosotros reincidamos en el relato de los efectos de estos incendios. Pero si citaré unas frases del editorial que lo expresan todo: "espacios tan emblemáticos como los Arribes del Duero han cambiado el verde estival desvaído y pajizo por el negro de la nada. Municipios como Fermoselle y Pinilla de Fermoselle han quedado muy tocados".

Pero hemos escrito que los fermosellanos son grandes luchadores y muy trabajadores. Con la ayuda que esperamos de las diferentes Administraciones y de todos los zamoranos, veremos otra vez la belleza de sus viñedos, olivos y toda clase de frutales, pues hay que repoblar todo lo quemado y mejorar, en la medida de lo posible, las diferentes fincas.

La Junta de Castilla y León trabaja ya en un Plan Director para reforestar estas tierras tras los fuegos, para actuar lo antes posible, según ha manifestado el delegado Territorial de la Junta. Los expertos, juntamente con los agricultores, deben decidir qué se plantará, dónde y cómo, en la reforestación que se realice.

Sería también necesario que esta parte de los Arribes se declarara "Zona Catastrófica", y que los agricultores y ganaderos recibieran ayudas, en forma de subvenciones, por los grandes perjuicios que les han ocasionado los fuegos, calcinando sus fincas totalmente. Parece ser que el ayuntamiento está elaborando una base de datos para entregar a la Junta con el fin poner en marcha, lo antes posible, toda una serie de medidas que ayuden a los fermosellanos afectados a repoblar sus fincas.

Según ha declarado Ciudadanos, llevará a las Cortes de Castilla y León una proposición no de Ley" para que se realice la concentración parcelaria de Fermoselle y Pinilla de Fermoselle a muy corto plazo. Esto es importante, pues además de todos los beneficios de la concentración, la construcción de caminos es imprescindible y muy necesaria para luchar contra los incendios. Portugal tiene su territorio lleno de caminos que les ha permitido conseguir más rápidamente el control de los fuegos, además de mejorar la comunicación de las diferentes fincas.

Esperamos que dentro de muy pocos años, estos términos sean, como han sido en el pasado, una de las zonas más bellas y atractivas de la Comunidad Autónoma, con características de media montaña, repoblada con toda clase de árboles que los técnicos y agricultores elijan, con extraordinarias vistas sobre el Duero y el Tormes, y sus habitantes puedan seguir viviendo de los productos obtenidos de sus fincas, totalmente mejoradas en todos los aspectos de la agricultura moderna.