Mamá, 365 días sin ti; 12 meses sin ti; todas las semanas sin ti; ningún minuto ya contigo? Así lo marcan el calendario y el reloj pero? ¿cómo computar el tiempo interior? Ese que siente, ese que aparece sin haber sido llamado; el que te regala la visión fugaz o intensa de una sonrisa; ese que te presenta un abrazo que no puedes abrazar? Si quiero hablar de ti, ¿cómo decir? "fuiste, eres, serás?", otra vez el tiempo interior me la juega? Vale, usaré "flor, roca, barco, bandera, sol, nube?"No, tampoco funciona. Probaré con sílabas? Sólo me sale una , repetida al infinito: "ma?". No, no, no, ¡nada me sirve!. Ya sé, el lenguaje sin palabras ... ...Sí, ¡¡¡ahí estás!!! Tu cariño mirándome va. No puedo situar ese lugar que tan dentro y tan fuera de mí está; luna de plata te llevó y en lunas de plata quiero buscar pero tú estás mucho más allá, en el no-tiempo de luz, amor y paz. Cuando te pienso, mi corazón hacia ti va y va y va?

Te quiero y te querré, mamá. Tu hija,

Julita Aguilar