Nadie tiene la verdad absoluta, nadie puede hacerlo todo, nadie tiene todas las perspectivas de una determinada cuestión, aspecto o problemática, etc.; pero sí que se necesita de todos los conocimientos, de todas las experiencias, de todas las potencialidades, de todas las sugerencias, de todas las ideas, de todas las buenas voluntades, de todo el tiempo disponible, etc., para conseguir, entre todos, sin excepción darle la solución más viable, más práctica, más completa, menos costosa, más ágil, más duradera, más realista, etc., procurando que la sociedad sea mejor, más justa, más solidaria, más inteligente, menos agresiva, más comprensiva, más laboriosa, más amigable, etc.

Consecuentemente, todos, sin excepción, salvo aquellas personas que su salud se lo impida, tienen, tenemos, la obligación moral de participar en todas aquellas asociaciones, cualesquiera que sea su naturaleza y finalidades; obviamente, al ser posible reconocidas oficialmente, y respetuosas con las leyes, y no discriminatorias; para aportarles nuestro tiempo, nuestros saberes, nuestras inquietudes, nuestro esfuerzo, etc., de forma y manera, que con "nuestro granito de arena" ayudemos a nuestros semejantes y colaboremos en hacer un mundo mejor.

Además, personalmente, obtendremos la satisfacción del deber moral cumplido, de comprobar como gracias a nuestra entrega y sacrificio vemos a las personas destinatarias de nuestros quehaceres más felices por haber contribuido a ayudarlas en sus aspiraciones, etc.; evitándoles "lágrimas" de todo tipo?

Una vez más la empatía y la educación, son la base y el punto de partida para reflexionar, y "poner manos a la obra", sobre lo que los demás requieren de nosotros. Es que valorar "el amar al prójimo" no solo se tendrá en cuenta en el Más Allá, sobre todo hay que pensar y actuar en el "aquí y ahora", para procurar que esta vida terrenal sea un valle de alegría? Lo que nos espera cuando físicamente ?

Marcelino Corcho Bragado