La llegada al trono del rey Carlos III, llamado "El Político" y también "El mejor Alcalde de Madrid", trajo una serie de reformas que afectaban a todos los municipios, la reversión a la Corona de nombramientos de Alcalde, tenedor de los Alcázares y fortaleza de Zamora, Escribano de Sacas o instrucción de Intendentes cercenaban las atribuciones del Regimiento y trajeron en principio alguna perturbación y disgusto. Medidas dirigidas a reducir los gastos de fiestas y procesiones que tanto gustaban a los zamoranos, determinó el Consejo el límite que no habían de pasar en cada caso. Como las innovaciones coincidieron en años de cosecha escasa, se produjo la natural carestía de los comestibles, con lo que el Gobierno adoptó medidas generales para la administración de abastos.

Se modificó el régimen municipal, creando las figuras de Diputados del Común y Síndico Personero, oficios que tenían como finalidad dar voz en los ayuntamientos al "común" como solía llamarse entonces a los plebeyos, al pueblos, con lo que se intentaba satisfacer las reivindicaciones populares. Estas concesiones fueron muy poco para la perturbación que produjo la PRAGMÁTICA SANCIÓN de 1767 (la Pragmática Sanción era una prerrogativa que utilizaba la Corona para publicar leyes no sancionadas por las Cortes).

Carlos III expulsaba de España a los regulares de la Compañía de Jesús mediante aquella personal decisión que muchos consideraron injusta e impopular. En Zamora ocasionó profundo trastorno en la enseñanza que estaba confiada a ellos de tal forma que se presentó el conflicto de no encontrar en principio personas aptas para dirigir las aulas, ni libros que sustituyeran a los textos de los jesuitas.

Nada menos que tres años tardó el Ayuntamiento (Regimiento) en resolver los problemas de reorganización de los Cursos de Humanidades, con las graves cuestiones de derecho que afectaban a fundaciones y obras pías, cargando sobre los fondos de propios gastos que sufragaban antes voluntariamente los particulares para satisfacer las exigencias de los catedráticos que utilizaron en su provecho las circunstancias, aunque las quiso atenuar el Gobierno, no incluyendo la exacción en las estrechas medidas de otros servicios.

La Comisión del Ayuntamiento encargada de restablecer los estudios, redactó un trabajo extenso, empezando por la reseña histórica de la Enseñanza en Zamora, que se inició con la fundación de Francisco de Valdés, en tiempo de los Reyes Católicos; formulando después ordenanzas para el curso de Humanidades, con señalamiento de textos, reglas de provisión de cátedras, orden de las clases, inspección de éstas y cuanto concernía al plan de estudios.

Después hizo un reglamento para la Primera Enseñanza, fijando las condiciones de los maestros. Trabajos notables que quedaron registrados en los Libros de Acuerdos del Ayuntamiento de los años 1770 a 1774.