Cuando la peseta podía medirse su valor en oro, La Gaceta de Madrid, de 8 de octubre de 1901 publicaba una Real Orden del Ministerio de Hacienda por la que se establecía el pago de la Contribución de Utilidades en pesetas oro.

Decía la Real Orden: "S.M. el Rey (Q.D.G.) y en su nombre la Reina Regente del Reino, de conformidad con el dictamen emitido por el Consejo de Estado en Pleno, se ha servido resolver que la Contribución de Utilidades que grava sobre los conceptos de la tarifa 2ª por pago de intereses de acciones, obligaciones o dividendos y primas de amortización de Sociedades, Compañías, Corporaciones o entidades de cualquier clase de las comprendidas en la misma, se paguen en oro, siempre que se abonen las cantidades por dichos conceptos en oro; y que para los efectos de señalar la cifra exacta en pesetas plata, equivalencia de la contribución, se tenga en cuenta el cambio medio del oro en la cotización oficial del mes anterior a la fecha del vencimiento."

Es oportuno recordar que la peseta circuló en España hasta la implantación del sistema monetario único europeo, y que circuló durante más de cien años formando parte de nuestra historia. El 19 de octubre de 1868 nace la peseta como unidad monetaria por Decreto del Gobierno Provisional tras el derrocamiento de Isabel II. Este mismo Gobierno decide centralizar toda la producción en la CECA de Madrid, origen de la que hoy es la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre ( FNMT- RCM). Desde entonces se han acuñado en la Fábrica todas y cada una de las pesetas que han circulado hasta la aparición del euro.

La elección del nombre se debió principalmente a la familiaridad del uso. Algunas denominaciones como maravedí, real, escudo, peso, etc. quedaron desaparecidas bajo el término peseta, que parece ser que ya se utilizaba en Cataluña donde habían circulado pesetas desde antes de la Guerra de la Independencia.

La primera pieza acuñada en 1869, de una peseta, nace con la leyenda de "Gobierno Provisional" en el anverso. La figura elegida fue la personificación de Hispania recortada sobre los Pirineos, inspirada en las monedas del emperador Adriano. Las monedas de bronce representaban a España como matrona sentada sobre las rocas. Ambas fueron magníficamente grabadas por Luis Marchionni, que desde 1861 ocupaba el cargo de grabador principal de la Casa de la Moneda de Madrid.

En el reverso, en plata, se disponía el escudo de España; mientras que en las de bronce tenía un león rampante sosteniendo dicho escudo, imagen que dio pie a la popular expresión de la "perra gorda" o "perra chica", dado que las gentes veían un perro en lugar de un león.

A lo largo de la pervivencia de la peseta, el diseño ha evolucionado según el momento político, apareciendo casi siempre el escudo en una cara y la efigie del mandatario del momento en la otra. A la llegada del euro, la peseta desapareció como moneda oficial a partir de enero de 2002.

Las acuñaciones der la peseta en oro se mantuvieron únicamente hasta 1904. La moneda de oro, de 25 pesetas, con la figura del Rey Alfonso XII, al día de hoy, tiene para los coleccionistas una cotización alrededor de 340 euros.