Abatir, en primera acepción (RAE) es derribar algo, echarlo por tierra. Sólo en cuarta es hacer caer sin vida. En Finlandia, hace días, un terrorista acuchilló a diez personas y dos de ellas murieron. La Policía lo neutralizó disparándole a una pierna. Hoy está hospitalizado y detenido. En Catalunya los Mossos, en tres acciones distintas en varios días, tiraron a matar; o sea, abatieron, pero en cuarta acepción (no en primera, como en Finlandia). El abatido en la última acción policial contra el mismo grupo llevaba, igual que el de las dos anteriores, un cinturón explosivo simulado. Sin duda hay un protocolo para todo esto, que funcionará como argumento técnico, pero la praxis desarrollada ¿no debería ser investigada y luego hecha pública, antes del aplauso unánime? Es lo que se haría con cualquier Policía seria de Occidente. Otro día hablaremos de la palabra populismo, y sus variantes.