En el centro histórico de la ciudad, donde Zamora tiene sus joyas de la arquitectura románica, podemos ver cómo se incrementa día a día el número de visitantes. En este "Puente" de la Virgen del Tránsito se podían ver grupos de indudable porte turista, a los que se les identificaba fácilmente por su cámaras fotográficas y sus miradas inquisitivas hacia los lugares donde podían ver una iglesia, un monumento o una fachada antigua.

Para los zamoranos de cada día, nos llama la atención ver coches que acceden al casco antiguo por calles que no es usual ver vehículos y que quedan estacionados en lugares que tampoco es frecuente verlos. Podemos ver coches con matrícula de Portugal, Francia, Bélgica o Gran Bretaña. Pero ayer se encontraba estacionado en la zona monumental un coche Citroën dos caballos, que podía tener la antigüedad propia de este modelo de automóvil, aunque tenía buena presentación y aparentaba muy buen estado de conservación. Lo más sorprendente para mí fue su matrícula, pues era de nacionalidad de Lienchtenstein, un pequeño país situado en la Europa Central, en el Valle del Rin, en los Alpes, sin salida alguna al mar; una monarquía constitucional, de 37.316 habitantes y que tiene una superficie de 160 kilómetros cuadrados.

No sería de extrañar que su parque automovilístico sea proporcional a su número de habitantes y a su extensión territorial. Por ello me resultó extraño ver un coche con matrícula de la nacionalidad L y que además fuera un modelo 2 caballos de la marca Citroen, en tan buen estado de conservación.

En todo caso, bien venidos cuantos visitantes quieran acercarse a Zamora , a conocer la "Perla del Románico", sean de la nacionalidad que sea.