Bueno, pues tranquis todos, porque según Bruselas, ya se ha salido de la crisis. Lo dijo la Comisión Europea y punto redondo. Lo que pasa es que quedan muchos aspectos por aclarar, entre ellos cómo y en qué estado se ha salido de la crisis.Y quiénes son los que han pagado estos duros años de secesión y recortes. Porque se está aun muy lejos de las cifras y los datos de 2008. Aunque la economía y los bancos hayan recuperado la situación anterior, que es en lo que se basa la optimista conclusión para levantar el ánimo.

España, sin ir más lejos. Parece arriesgado tal anuncio triunfal cuando aun se soporta un 17% de paro, algo que es la mayor preocupación de los ciudadanos desde hace una década cuando el empleo se desmoronó al desinflarse la burbuja inmobiliaria. Con este índice se está muy por encima de la media de la UE, con solo Grecia por delante. El tercero del triste ranking es Italia pero su paro solo llega hasta el 11 por ciento. Se han creado muchos puestos de trabajo últimamente, sí, pero la mayoría con una precariedad que asusta y sin que se adviertan mejores perspectivas en este sentido.

Lo que enlaza con el capítulo de los salarios, muchos años estancados, lo mismo que las pensiones. Desde que se inició la crisis los habituales alzas de corrección igualando las percepciones al IPC anual, la subida de los precios, desaparecieron de manera drástica, tanto en los convenios colectivos como en las pagas de las clases pasivas, a las que se ridiculizó con un incremento del 0,25 % que proporciona exiguos aumentos realmente inapreciables. Con sueldos y pensiones congelados es fácil adivinar quien ha pagado a mayor precio la dura situación vivida. En otoño se va a notar.

Porque en todo este tiempo en el que tanto se ha tardado en contemplar la salida del negro túnel, el deterioro económico ha hecho mucha mella no solo en las clases más débiles sino en las clases medias que han quedado muy disminuidas a lo largo y a lo ancho. Desigualdad social y mayores porcentajes de personas y colectivos en el umbral de la pobreza. La crisis supuso, en una década, apenas un 5% de subida en las percepciones mientras el costo de la vida superaba el 10%. Y ello ha supuesto, lógicamente, un tremendo descenso del consumo que aun perdura. El consumismo de chiste de cada año pasado: con su mismo piso, con su mismo coche, etcétera.

Así que eso de la salida de la crisis que confirma Bruselas hay que creerlo solo en parte. Para algunos será verdad pero para otros no. No es lo mismo una congelación salarial cuando se ganan 70.000 u 80.000 o más euros al año, caso de muchos políticos, que lo que representa para un mileurista. En todo caso, más bien habría que decir que se está saliendo de la crisis, pero con realismo. Por el paro, por la deuda pública, por el lastre de la corrupción y la falta de transparencia y por el continuado despilfarro de tantas y tantas inútiles instituciones, sobre todo regionales. Estamos mejor, eso está claro, y basta salir a la calle para advertirlo, pero en España queda aun bastante camino por recorrer.