En los últimos tiempos, hemos oído hablar, con mayor frecuencia, del factor de sostenibilidad de las pensiones que va a marcar el futuro de las pensiones en España.

El índice de sostenibilidad une la cuantía de la pensión de jubilación con su esperanza de vida y como no, con el estado de las arcas públicas, que parece ser están casi vacías. Es un hecho indubitado que en las últimas décadas vivimos más años y en mejores condiciones, al haber mejorado nuestra calidad de vida, a Dios gracias.

Sabido es, que según las estadísticas la esperanza de vida de las mujeres se aproxima a los 90 años y ello se ha conseguido en apenas una década, y para los hombres a los 80 años. Ante esta situación de que los españoles vivimos más años y en mejores condiciones, esto es, que la población cada vez es más envejecida, y en consecuencia, quienes se han jubilado o los que nos jubilaremos, en un futuro próximo, vamos a cobrar la pensión durante más años, ¡esperemos!, la esperanza es lo último que se pierde; ciertamente que los gobernantes no han sabido programar, a largo plazo, el tema de la sostenibilidad.

El factor de sostenibilidad, es una pilar fundamental de la reforma de las pensiones en España, que se va a aplicar a partir del próximo año 2019.

Es de significar que, teniendo en cuenta el principio básico de que los futuros pensionistas vivirán más años que los actuales jubilados, si esto es así, los derechos adquiridos durante su período de cotización durante su vida laboral, deberán ser distribuidos durante más años, motivo por el cual la pensión mensual será inferior a la de los jubilados actuales, en conclusión, cobrarán durante más años pero menos al mes.

No olvidemos que el tema es sumamente serio e interesante y va a tener un importante impacto a la hora de nuestra futura jubilación que hemos de ir programando, con mucha antelación, porque ello va a suponer que nuestros ingresos mensuales van a ser menores, lo que significa que hemos de planificar nuestros gastos.

El factor de revalorización de la pensiones, según los últimos años y presumiblemente para los venideros del 0,25% es ridícula. El poder adquisitivo de los pensionistas cada vez es menor.

No quisiera dejar de lado un tema como es el de "la vejez verdadera", con independencia, a veces, de la edad, es decir, cuando las limitaciones físicas o psíquicas nos sitúan en un estado de dependencia con las consecuencias que ello origina a la familia.

El tema de la dependencia es ignorado por los poderes públicos que jamás hablan de él, tal vez, porque les da miedo y no han sabido tomar decisiones.

La Ley de Dependencia, como he leído, el día pasado, en un artículo de Pepa Bueno, "se quedó más en un deseo que en una realidad, chirría el ajuste entre la oferta y la demanda de las plazas en las residencias públicas de mayores, las jornadas se ha alargado y los salarios se han reducido".

Que gran verdad. Cuán difícil es compatibilizar la vida laboral y familiar, máxime teniendo que atender a familiares dependientes, sin ayuda de terceras personas asalariadas. Señores políticos, aborden, de una vez y para siempre, el tema de las residencias públicas para mayores; cómo se nota que es algo que no les preocupa, presumo, que ustedes pueden pagar buenas residencias privadas para sus mayores, las familias normales no. Los familiares de las personas dependientes no pueden tomarse vacaciones, porque la atención a sus padres es constante, noche y día.

El tema es tan sumamente serio para que se preocupen de él, y tomen medidas urgentes, no se admiten demoras o dilaciones. Estos temas son los que, verdaderamente, preocupan a la ciudadanía. Defendamos nuestros derechos frente a los poderes públicos, y exijamos lo que las leyes nos reconocen.

Pedro Bécares de Lera