El honor es algo más que una pegatina en el hombro, va más allá de las siglas de un partido y de la toga de un juez".

Quizás este escrito debía de ser una carta abierta, pero pienso que no lo conseguiría. No podría competir con las epístolas de grandes periodistas y tampoco puedo abrir la cámara sobre mis palabras. Espero que esa magia de la cámara sea para nuestros genios del séptimo arte que un día nos harán justicia con sus imágenes de denuncia sobre esta etapa negra de nuestro país con una nueva versión de "Érase una vez España". Eso nos ayudaría a digerir otra larga noche de nuestra historia. Esta es solo una humilde reflexión para los que la lean puedan sacar sus propias conclusiones.

El PP, partido que nos gobierna, ha llegado a lo peor que puede llegar un grupo político. No hay palabra ni siquiera tratando que no enturbie más estos momentos. Que se le pueda decir a estos señores: trama, saqueo, robo. Todas las palabras que salen de los imputados que desfilan por los juzgados. Su desmemoria va más allá de todos los insultos: no sé, no me acuerdo, no me consta. No sabía quién era ese señor ¡Ah!, el señor Correa, jamás lo vi en Génova. ¿Quizás atravesaba muros como Garú Garú o entraba por la chimenea como Santa Claus? Saqueado todo lo público, te preguntas si la Casa de la Moneda fabrica billetes a destajo o salen de la lámpara de Aladino. ¿Cómo puede haber aún dinero en nuestras arcas?

Lo queramos o no, esta pesadilla de corrupción salpicará para siempre a muchas generaciones, como salpicó el franquismo nuestra geografía, nuestras calles, nuestra historia teñida de rojo y nuestra cultura. La que nos robaron de las aulas y libros de texto.

La Cuba de Batista de ayer, era la ciudad de la justicia comparado con lo que estamos viviendo hoy en España.

En cuanto al presidente, señor Rajoy, pedirle que deje su poltrona. Ya no debe ser muy cómoda. No haga de gallego resistente porque no es Gandhi, y si al final renuncia, llévese con usted el lastre que nos dejó su paisano del Pardo y el recuerdo de otros figuras del franquismo, tristes paisanos que todos conocemos, ¡Por favor señor Rajoy! El Congreso seguro que podrá sobrevivir sin usted, y no solo la oposición se lo agradecerá seguro que también muchos de sus compañeros.

Déjenos con otros ilustres gallegos que honraron su país como el Marqués de Bradomín, Castelao, Rosalía o periodistas y eurodiputados a los que también todos conocemos. Y a los militantes del PP gritarles, como diría un famoso cineasta, ¿hay algún militante del PP en la sala honesto que quiera ayudar al del resto de los partidos? ¿Hay vida más allá del PP como la hubo detrás de Adolfo Suárez y UCD? Y al resto de los partidos y a esos hombres buenos decirles que la historia la escriben los pueblos con su lucha, no los partidos.

Y a los señores magistrados, esos señores que me consta hay bastantes que no quieren mirar para otro lado y se avergüenzan o sienten impotencia. Señorías no se escondan detrás de sus togas y no se refugien en sus puñetas. Espero que un día termine ese desfile por ese banquillo que tanta vergüenza nos causa y tanto dinero nos cuesta a todos los españoles. Los ciudadanos esperamos que esa balanza que define la justicia no se incline solo hacia un lado y sea igual para todos.

En un futuro, espero que se escriba ese libro pendiente para la ciudadanía, explicando a los más pequeños esta etapa triste de nuestra historia y que nunca la olviden para que no se vuelva a repetir, y que estos señores son el ejemplo de lo que ellos no deben ser.

Recuerden, si los de arriba pierden la vergüenza, los de abajo les pierden el respeto. No se sientan humillados, a nosotros nos han quitado todo, pero no nos volverán a humillar ya más.

Ana de la Fuente