A estas alturas de mi vida, con unos cuantos añitos y unas cuantas canas, ya no sé lo que soy. Todo parece indicar que, de buenas a primeras, me han hecho plurinacional, pero tampoco está muy claro. Las dudas, filosóficas, ideológicas, políticas, vitales, me han surgido cuando, tras leer y releer declaraciones de prohombres de izquierda, había llegado a la convicción de que yo era federalista, así sin más. Hombre, la República Federal Alemana, la Confederación Helvética, los Estados Unidos de América? los ejemplos parecían un buen espejo donde mirarse, aunque aquí, la verdad, cada vez que hemos intentado adentrarnos por esas vías hemos acabado a cantazos o a cantonazos, como el famoso caso de Cartagena. Pero lo del federalismo empezó a generarme incertidumbre y a levantarme dolores de cabeza cuando comencé a leer los adjetivos o añadidos que le ponían por doquier. ¡Y todos procedentes del mismo partido que impulsa y hace bandera del federalismo, el PSOE! ¿Cómo se come eso?

Veamos algunos ejemplos llegados desde comunidades donde, además, gobiernan los socialistas, aunque no con mayorías absolutas. En Andalucía, el PSOE, con Susana Díaz a la cabeza, apuestan por un federalismo "cooperativo". En Valencia, con Ximo Puig de jefe, quieren un federalismo "asimétrico". Y en Baleares, donde manda Francine Armengol, hablan de un federalismo "de islas".

-Y los que no somos islas, ¿con quién nos federamos?, pregunta don Evodio, que no vive tranquilo desde que oyó lo de plurinacional.

-Pues mire: tiramos hacia arriba y, por Asturias, Santander y Bilbao, llegamos enseguida al mar. Y si cogemos a la izquierda, por Galicia y Portugal, ídem del lienzo. Peor lo tienen los de Soria que, tiren por donde tiren, les queda lejos el agua, responde don Protoloncio, que se toma las cosas con más calma.

-Y los de Segovia y Ávila, ¿qué?. Por ese lado tenemos complicado convertirnos en isla, así que de federarnos, nada de nada.

-Por los de Segovia y Ávila no se preocupe que están cerca de Madrid y a Madrid le arreglan todo. Si tiene que ser isla, lo será. Y apure usted el café que se le va a enfriar.

-Bueno, bueno, me deja usted más tranquilo.

-Hasta el próximo congreso o la próxima declaración o el próximo debate. En cuanto surja un chispazo, hala a volver a cuadrar el sudoku, remata don Protoloncio.

Coñas y ocurrencias aparte, el caso es que la estructura territorial nos tiene otra vez en vilo. Un líder suelta lo de "plurinacional" o "nación de naciones" y todos tan felices y entusiasmados, como si hubiéramos descubierto el Pacífico. Pero, en realidad, qué quiere decir y cómo se lleva eso a la práctica. ¿Plurinacional? Vale. Sigamos. Ese "pluri", que significa varias, ¿a cuántas equivale?, ¿solo a las que tienen lengua vernácula?, ¿solo a las consideradas históricas, o sea Cataluña, País Vasco y Galicia?, ¿a las 17 comunidades autónomas actuales?, ¿a un refrito entre el modelo actual y otro que se negocie cuando se negocie? Son tantas las dudas y tan pocas las concreciones que eso de "plurinacional" queda en el terreno de lo vaporoso, a la espera de soluciones venideras que ya veremos si llegan o no.

Esas soluciones vendrán, según PSOE, Podemos y algunos más, por el camino inmaculado del federalismo. Se reforma la Constitución, se dice que España es un Estado federal con no sé cuantas naciones, nacionalidades, regiones, provincias, comarcas, islas, islotes y demás y ya está, todo arreglado. ¿Y cómo se canaliza eso y se gobierna? Los socialistas valencianos lo tienen claro: federalismo asimétrico. Es decir, nada de igualdad en todo y para todos, sino asimetría. ¿En qué? Parece que será en lo de siempre, en financiación. Como somos más, que nos den más y el que venga detrás que arree. Los socialistas catalanes también apuntan en la misma dirección: trato diferencial. Y lo de los baleares mejor tomárselo como un chiste. De isla a isla y tiro porque me toca. Más sensato me parece la fórmula aprobada en Andalucía: federalismo cooperativo. Al menos, se habla de cooperación entre territorios, lo que equivale a hablar de solidaridad, ayudas, etcétera. ¡Qué curioso! En zonas pobres (Andalucía) se habla de cooperación; en tierras ricas (Cataluña, Valencia, Baleares), de asimetría, casi, casi de consagrar las desigualdades actuales. Ya lo dice un viejo refrán: "Casas de muchos balcones, limosnas por los co?.."

De modo que, a la vista de este panorama, dediquen agosto a preguntar por ahí: "Oiga, ¿es usted plurinacional?" A ver que les dice y cómo respira el personal. Y si alguien les da un soplamocos porque crea que le insultan, échenme la culpa a mí.