Desde que el dinero se convirtió en el "Dios Verdadero" producir dinero es adorar al "Dios-Dinero". En este sentido Lourdes, Fátima y el Camino de Santiago están cumpliendo su deber a tope.

Al parecer, en los dos primeros lugares alguien dijo que se apareció la Virgen, se dio por bueno el asunto, y todo va viento en popa. Lo de Santiago (de Compostela) es algo más sofisticado pero el resumen es el mismo. El caballo blanco de Santiago tiene el color de los cheques en blanco.

En cuanto a otros altares más paganos (respecto al Dios Dinero) tenemos los encierros de San Fermín, el Toro Enmaromado de Benavente, las Fallas de Valencia, la Tomatina de Buñol, la Tamborrada de Calanda y la Fiesta del Agua en Villargarcía de Arousa.

Esta de Villagarcía surgió hace poco, en 1984. Un verano especialmente caluroso, los que habían transportado a San Roque en procesión, pidieron agua exhaustos a los vecinos, y como no se sabía si era en serio o en broma, empezaron a tirarles agua desde los balcones. Pues bien desde entonces el mismo día cada año se organiza una batalla campal de agua, y ahora la fiesta congrega a decenas de millares de visitantes que van a mojarse unos a otros; convirtiéndose así la tontería en una buena liturgia a favor del Dios Dinero.

Es de espera que de alguna manera igualmente peregrina empezaron los encierros de Pamplona, o la tomatina, etc. Es decir, no es creíble que ningún intelectual, ni ningún comité de sabios, tuvieran una idea tan absurda que a su vez se convirtiera en tan eficaz.

Así que, desde esa perspectiva, ser un simple empadronado más en Zamora, vengo en proponer institucionalizar en Zamora el Día de la Virgen Calva.

Bajo el lema de "Turismo o Muerte" la ciudad, o lucha por traer visitantes o vivirá la muerte más dulce que cabe imaginar.

Pero para atraer visitantes hace falta propaganda, es decir que suene la palabra Zamora. Para ello estoy harto de sugerir debates que aporten publicidad nacional gratuita. Debates tales como el de la bandera de Zamora en una sola pieza (cómo definirla); sobre si reconstruir las torres del Puente de Piedra, sobre los colores (mucho rojo y un poco verde) de las segundas indumentarias de los equipos subvencionados; sobre el ZAMORA DA; sobre el Camino de Baco o sobre el conseguir que se pueda subir a la Torre del Salvador de la Catedral para ver la ciudad a ojo de Espíritu Santo.

Y ahora vamos con la Virgen Calva.

Resulta que en Zamora está la única imagen del mundo con una Virgen Clava, como así se pudo ver y descubrir el año 2001 con motivo de las Edades del Hombre. Pues bien, aprovechando tan feliz circunstancia habría que ir a hablar con el Señor obispo para que nos permitiera sacarle provecho a la existencia de esa virgen.

Sabido es que no se debe usar el nombre de Dios (y menos el de su Madre) en vano. Pero esto no sería en vano. Porque resucitar una nueva devoción religiosa, y esta además de carácter transversal universal, es una ventaja en si para la Iglesia Católica (sólo existe aquello de lo que se habla). Porque la idea que se propone consistiría en convocar en Zamora un día al año (el de la Virgen Calva), a todos los calvos del mundo. Pero no sería para que imploraran a la Virgen Calva que obre el milagro de que ellos dejen de serlo. No. No creamos en milagros. Sería algo así como el Día del Orgullo Calvo. En que los calvos vendrían a agradecer a la Virgen Calva el que gracias a ella no tienen un pelo de tontos, y si tienen una testosterona de aúpa...Naturalmente la iniciativa debería surgir de la Sociedad Civil por si fracasa (aunque sólo la publicidad que le daría a Zamora la intentona sería un éxito total). Quedando las instituciones en segundo plano para cubrir la retaguardia según discurran los acontecimientos. En pocos años, y más si se les hace rebaja a los devotos de la Virgen Calva en los establecimientos, no sólo la romería llenaría la ciudad de miles y miles de visitantes sino que se potenciaría la Marca Zamora.