A ver si esta vez va la vencida, por fin, que ya otros intentos por parte de las autoridades locales de Zamora de lograr ayudas del 1,5 cultural del Gobierno se han quedado finalmente en nada, y diversos proyectos, entre ellos la restauración del Mercado de Abastos y el Puente de Piedra de la capital, siguen siendo eso: proyectos. Incluidos, por cierto, en ese plan Zamora 10 del empresariado, pero que ahora, si se consigue que las peticiones de Ayuntamiento y Diputación sean atendidas, pueden resolverse antes y satisfactoriamente. Aunque también debiera tenerse en cuenta la acertada sugerencia del grupo municipal del PP de que la demanda se extienda al Museo de Semana Santa.

Es el Ministerio de Fomento, en concreto, el que convoca estas subvenciones, más de 50 millones de euros en total, para colaborar con las instituciones en la financiación conjunta de obras de conservación y restauración del patrimonio histórico-artístico. Algo que vendría muy bien en Zamora, donde hay tanto que atender en este sentido, y que hace que se espere con interés la resolución que se pueda otorgar al asunto, pese a los negativos precedentes anteriores o precisamente por ello. El Ayuntamiento no logró sacar adelante ninguna de sus peticiones en ocasiones anteriores, lo que ha sido atribuido a ser regida la institución por la coalición de izquierdas IU-PSOE, con alcalde comunista.

Se espera que las cosas puedan salir mejor en esta ocasión, sobre todo si en el fondo de estas ayudas late un auténtico interés y una auténtica voluntad de cooperar con las instituciones locales, por encima de partidismos y sectarismos. Tanto el mercado de abastos como el puente de piedra de Zamora, y por supuesto, el proyecto del museo de Semana Santa, cumplen con todos los requisitos exigidos por el Gobierno, al ser de titularidad o de uso público. Son muchas las peticiones que hay, de todas las provincias, pero se confía en que parte de la financiación necesaria para estas obras pueda ser asumida por el plan del 1,5 por ciento de Fomento. Para ello, habrá que hacer las cosas bien, pues parece que no siempre ha sido así a la hora de formalizar las peticiones. Se cuenta con un zamorano, Maíllo, cercano a Rajoy, y que bien pudiera interesarse por el asunto, aunque el Ayuntamiento no siga en poder del PP.

Es importante ir recuperando espacios que se presentan como recursos hábiles y eficientes para el objetivo común de potenciar y dinamizar una ciudad que se despuebla, como toda la provincia, y que contempla en el turismo de interior una salida a la pobre situación actual, tan carente de expectativas reales. El Ayuntamiento está intentando rescatar lienzos de la vieja muralla, como un elemento natural más de atracción, pero la oposición del PP no cesa de intentar ponerle palos en las ruedas, como esa absurda judicialización del costo de un derribo, unos 15.000 euros, para salvaguardar los intereses de los zamoranos, aducen. Y eso después de que los anteriores equipos de gobierno local del PP hicieran gastar cinco millones de euros en operaciones fallidas para la adquisición de un edificio municipal y la puesta en marcha de una fracasada sociedad de turismo.