Cuando los primeros pliegos de tinta impresa de El CORREO de ZAMORA salían a la calle, el diario, con cabecera provincial, se sumaba a la dinámica imparable del progreso de la imagen y las telecomunicaciones. El mismo año (18 97) Edison y Dickson inventan el kinetoscopio, antecesor de la máquina de cine; Marconi la radio y Thomson descubre el electrón. Las distancias en el mundo seguían acortándose desde el auge previo del crucero de vapor y los ferrocarriles. Así pues antes de que esto fuese pareciéndose a lo que hoy llamamos "la aldea global", nuestros pueblos tenían un CORREO diario de comunicación entre sí, barato y actualizado para contradecir lo de que "el mundo es ancho y ajeno". Con el tiempo LA OPINIÓN-EL CORREO será parte no pequeña de esa red social donde la actualidad provincial se hace visible y cercana, siendo muchas veces las noticias nacionales e internacionales el contrapunto de una tierra apegada a sí misma pero orgullosa de su ser y sus raíces. No hace falta decir que era y es motivo de orgullo que los pueblos se vean retratados en el escaparate noticiero del periódico al ponerles en el mapa de la actualidad con sus fiestas y celebraciones, aunque a veces mejor fuera no haber sido motivo de noticia, como en la tragedia de Ribadelago. De todo ello da fe la historia de LA OPINIÓN-EL CORREO que conmemora el siglo largo de presencia en el mundo de la comunicación.

La prensa ha sido el medio más popular y asequible de comunicación de masas y hoy no se puede escribir historia contemporánea sin echar mano de la hemerotecas, con la particularidad de que son depósito de estratos de la vida cotidiana donde la gente es noticia a nivel colectivo pues ella misma es sujeto de historia, cuando no era así antes de la extensión masiva de la prensa. Todo cuenta y vale; de ahí las diferentes secciones de un diario que intenta registrar la historia y la intrahistoria, lo macro y lo que parece mínimo al lado de grandes titulares. Nunca se sabrá la transcendencia de lo que guarda la letra pequeña o los aconteceres de la vida social que transcurre por las páginas de un diario. Se ha escrito, con deliberada exageración, que no hay nada más desfasado que un periódico del día anterior, pero incluso éste es insospechadamente aprovechable. Me viene a la mente la curiosa circunstancia de la aparición de las primeras frases escritas en castellano (siglo X) con la lista de gasto de quesos del monasterio de San Justo y San Pastor, de la Rozuela ( León) en un pergamino reutilizado.

La verdad es que a quien tiene ansias de conocimiento le asaltan compulsivas ganas de leer y estas no siempre se muestran en gente de estudios. Papeles volanderos de prensa han caído en manos de obreros y campesinos abriéndoles ventanas de información e inquietudes que justificaban el hambre de cultura a pesar, o por causa, de tantas escaseces. Algo parecido le ocurría a nuestro Don Miguel de Cervantes, cuando confesaba en El Quijote su apetito por el consumo de libros y letras "...y como yo soy aficionado a leer , aunque sean los papeles rotos de las calles, llevado de esta mi natural inclinación tomé un cartapacio".

La Opinión- El Correo de Zamora ha desempeñado el trabajo de informar y dar cauces de opinión que los lectores han venido recibiendo con continuado interés. Hacemos votos para que aquella idea pionera de los fundadores siga cosechando centenarios y ganando adeptos a la tinta impresa que, como el pan de cada día, llega a nuestras manos con el esfuerzo de tantos.